Un nuevo tratamiento contra el cáncer de próstata promete no dejar efectos colaterales en los pacientes que se sometan a él. El uso de  un láser y una nueva droga para tratar las primeras etapas de la enfermedad fue desarrollada por el Instituto de Ciencia Weizmann en Israel, junto con la empresa tecnológica Steba Biotech. El ensayo fue un éxito en Europa y sus resultados fueron publicados en The Lancet Oncology. Los cirujanos que lo usaron lo describieron como «verdaderamente transformador».

Cómo funciona el nuevo tratamiento de cáncer de próstata

Los problemas asociados con los tratamientos tradicionales como la cirugía o la radioterapia con frecuencia incluyen impotencia, que ocurre en 9 de cada 10 hombres; y hasta un quinto de los pacientes desarrolla incontinencia. Sin embargo, esto no sucede con el nuevo procedimiento, que destruye los tumores con rayos láser y una droga hecha con una bacteria que habita en el fondo marino. Además, cerca de la mitad de los 413 participantes del estudio no quedaron restos de cáncer.

El tratamiento

El procedimiento se hace insertando 10 fibras ópticas de láser en el perineo del paciente, la región entre el ano y los testículos, y en la glándula prostática cancerosa.  ¿Por qué? La medicina usada se realiza con una bacteria que vive en la casi total oscuridad del fondo marino, y se vuelve tóxica sólo cuando se expone a la luz. Así que cuando se enciende el láser rojo, se activa el fármaco que mata el solamente cáncer y deja los demás tejidos de la próstata saludable.

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El ensayo se llevó a cabo en 47 hospitales europeos y mostró que el 49% de los pacientes habían entrado en remisión por completo. Al seguir la evolución de los casos, sólo el 6% necesitó una operación para extirpar la próstata, en comparación con el 30% de los pacientes que no fueron sometidos a esta terapia.

Por otra lado, el impacto en la actividad sexual y en la micción de los pacientes tratados no duró más de tres meses. Al cabo de dos años, los efectos ya no eran significativos.

«Estoy totalmente curado y libre de cáncer», le dijo a la BBC Gerald Capon, un británico de 68 años.»Me siento increíblemente afortunado de que me hayan aceptado para el ensayo… Siento que mi futuro ahora está libre de preocupaciones», añadió. Capon salió del hospital el día después del tratamiento.

El profesor Mark Emberton, quien probó la técnica en el University College de Londres, cree que esta tecnología puede ser tan significativa para los hombres como fue para las mujeres el cambio de sacarles el pecho entero, en el caso de un cáncer de mama, a sacarles solo el tumor.

«La decisión de hacer o no tratamiento, siempre fue una cuestión de sopesar los beneficios frente a las desventajas. Las desventajas siempre fueron los daños colaterales: incontinencia y dificultades sexuales para la mayoría de los hombres», dijo.

«Poder administrar un nuevo tratamiento a los hombres que califican para ello, que está virtualmente exento de estos efectos colaterales, es realmente un gran cambio».

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