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El pasado viernes 24 de junio una madre disparó y mató a sus dos hijas porque querían irse con el padre, quien ese día cumplía años. Se trata de Christy Sheats, mujer divorciada de 42 años, y sus hijas Taylor, de 22, y Madison, de 17. El trágico hecho ocurrió en Fulshear, Houston, en presencia del padre. Él fue trasladado al hospital en estado de «shock», después de ver a Christy abaleada por la policía en el intento de detenerla de seguir hiriendo a sus hijas. Las tres mujeres murieron. En la mañana de ese día Madison habría hablado con una amiga a la cual le habría comentado sobre una pelea con su madre, mientras que Taylor estaba lista para casarse con su novio de 4 años, el siguiente lunes.
Muchos informativos han vuelto a hacer énfasis en el problema del control de armas en Estados Unidos, este texto no es para ello, aunque si quieren leer sobre el tema solo deben dar click aquí.
Este particular caso, aunque nada nuevo, trajo a mi mente la tragedia de Eurípides: Medea. En ella se cuenta la historia de esta mujer que es traicionada y desterrada por su esposo Jasón, razón por la cual ella mata a sus dos hijos. Una representación de ello pueden verla en la foto de portada que es el cuadro del pintor romántico francés Eugène Delacroix Medea furiosa.
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Ambos casos, y muchos más que suelen salir en Discovery ID, muestran a madres asesinas de sus propios hijos. Eso quiere decir que no es un caso aislado del todo, sino que tiene que ver con una dinámica -no sé si decir- individual, social, ¿femenina acaso? Al respecto, el psicoanálisis tiene una respuesta. El psicoanalista David Aguirre menciona que se trata del «goce Otro Femenino» que nombra Lacan y explica que:
El goce Otro, desde Lacan, es cuando existe un Goce que la mujer tiene, el cual puede sobrepasarla al punto de llegar a hacer cosas que no haría.
Es importante tener en cuenta que cuando se menciona el término goce no quiere decir lo mismo que placer, como solemos entenderlo. Para el psicoanálisis, a partir de la enseñanza de Lacan, son conceptos diferentes. Él lo explica en su trabajo “Psicoanálisis y medicina”:
Pues lo que yo llamo goce, en el sentido que en el cuerpo se experimenta, es siempre del orden de la tensión, del forzamiento, del gasto, incluso de la hazaña. Incontestablemente hay goce en el nivel donde comienza a aparecer el dolor, y sabemos que es sólo a ese nivel del dolor que puede experimentarse toda una dimensión del organismo que de otro modo aparece velada.
Entonces, a partir de ese goce es que pueden haber casos «descolocados» de la mujer. Ahora bien, se pueden encontrar síntomas de este aparente «arranque de locura» en por ejemplo: cuando en 2007 Britney Spears se rapó la cabeza tras empezar una pelea con su ex esposo Kevin Federline por la custodia de sus hijos.
También está el caso de la ecuatoriana Lorena Bobbit que le cortó el pene a su esposo John, mientras él dormía. ¿La razón? La sometía a humillaciones y maltrato continuo, según afirmó ella. El caso se hizo «viral» en Estados Unidos en 1993, actualmente Lorena tiene la organización Lorena’s Red Wagon, dedicada a conseguir recursos para mujeres maltratadas.
Sí, aunque estos dos últimos casos no atentan directamente con los hijos de estas mujeres, no son del todo alejados de la situación. Tal como el trágico suceso en Texas por parte de Christy Sheats, se puede encontrar respuesta a porqué una madre asesinaría a sus propios hijos, en el concepto del psicoanálisis «goce Otro»; con el cual se fundamenta esos «pequeños momentos de locura». Cabe señalar que no son rasgos de psicosis, el doctor Aguirre aclara: «La psicosis es estructura clínica y tiene que haber otros indicadores para determinarla, sin embargo en las mujeres se puede observar un desborde por así decirlo, que se conoce en psicoanálisis como locura histérica«.
Con todo, cada caso de madres asesinas de sus propios hijos debe ser tratado individualmente. Quizás, mirando aquello que el psicoanálisis ha dicho acerca del «goce Otro»: es sin límites, insaciable y devorador. Pero sin duda, lo que es capaz de hacer el ser humano sigue sorprendiéndonos, tal como cuando aprendimos a abrir el periódico y leerlo.
Aquí pueden leer un pequeño texto más profundo sobre el Goce Otro Femenino.