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¿Te imaginas tener un bebé y descubrir que no es tu hijo? Eso le pasó a una pareja que había utilizado una inseminación artificial para tener un bebé. El padre del niño recientemente descubrió solo compartía el 10% del ADN de su hijo, por lo que él y su esposa temían que en la clínica de fertilidad hubiesen utilizado el esperma de otra persona.
Naturalmente los nuevos padres que contrataron a un abogado, quien sugirió que consultar a un genetista sobre el caso, y lo que aprendieron fue increíble. El ADN que pertenecía al hermano gemelo no nacido del padre. El hombre estaba en shock, él ni siquiera sabía que había absorbido su propio gemelo hasta las pruebas revelaron que su hijo tenía el ADN de otra persona. Así, fue como se enteró que era una quimera humana y resultó ser «el tío» de su hijo.
«Resultó que el ADN en el esperma del hombre, era 90% suyo y el 10% de su gemelo no identico (mellizo) nonato», reportó la revista TIME.
Lo que le ocurrió al este hombre se conoce como el Sindrome del gemelo evanescente, una condición que se da en el vientre materno, en la que uno de los gemelos muere y es «absorbido» por el otro, por la madre o la placenta. Aunque suena extraño y salido de alguna película, este síndrome no es poco común pues se da en 20% a 30% de los casos de embarazos múltiples.
«Al parecer, el padre había absorbido parte de las células de su gemelo en el útero, convirtiéndose efectivamente una mezcla, o quimera, de sí mismo y su hermano», menciona TIME.
Los casos como el de este hombre son raros, pero no imposibles. Las madres, por ejemplo, suelen retener algunas células de sus hijos y un reciente estudio danés encontró que las madres que dieron a luz a niños habían retenido células con cromosomas Y. Estas células pueden migrar a través del cuerpo y, en el estudio, se encontraron en los pulmones, tiroides, músculos, sangre, corazón e incluso el cerebro de la madre.
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Volviendo al caso del hombre que descubrió que era el tío de su propio hijo, las células del gemelo absorbidas permanecieron en el esperma del hombre y, probablemente, en algún otro su cuerpo también.
De acuerdo con el genetista Barry Starr, quien consultó con la pareja, la piel del hombre también mostró signos de un patrón de rayas.
«Ya que las células de su piel son una quimera del tono de la piel de los dos, así, su gemelo era un poco más oscuro y por lo tanto se presenta más claramente en contra de su piel más clara. En sus otros tejidos y órganos también es probable que también se encuentre una mezcla de los dos ADN, por lo que encontrar un donante con su tipo de sangre o idóneo para un transplate de órganos sería un desafío», explica Starr.
El informe también señaló que el quimerismo, o la combinación de dos conjuntos distintos de ADN, es lo que hace que los trasplantes de órganos funcionen, y que lo mismo es cierto «en un nivel más sofisticado con los nuevos tratamientos basados en células madre que los investigadores están explorando ahora».
Foto principal: Getty.