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Sí, ranas venenosas, pequeñas e invasoras se encontraron en Brasil. La noticia de la isla de Fernando de Noronha invadida por ranas deformes de la especie cururú fue bastante sonada, tal como la isla invadida de gatos de hace unos meses. Se desconoce cómo es que llegaron estas ranas a la isla pero los investigadores anuncian el peligro en que se encuentran las especies: «Hemos encontrado alteraciones endocrinas, función inmune suprimida y también alteraciones en la reproducción, y no solo en anfibios».
Cabe aclarar que la especie de ranas cururú tienen características similares a las de cualquier otra especie de este anfibio, pero se desconoce por qué en la isla brasileña la mayoría de ellas se han quedado ciegas. Lo bueno es que han desarrollado sus propias formas supervivencia, así lo confirma Luis Felipe Toledo un biólogo especializado en anfibios de la Universidad Estatal de Campinas en São Paulo:
A diferencia de los sapos normales, los que son ciegos literalmente esperan que los insectos caminen sobre ellos antes de comérselos.
Brasil tiene inigualables tesoros para la investigación científica
Brasil, con una superficie de 8 514 877 km², tiene el privilegio de tener una selva amazónica llena de objetos dignos del estudio científico. Uno de los datos más recientes es el que se publicó en la revista de libre acceso Peer J. Se trata de una investigación que tomó 5 años por parte del equipo de Marcio Pie, profesor de la Universidad Federal de Paraná. Se trata de un nuevo hallazgo: 7 nuevas especies de ranas que son diminutas y algunas de ellas venenosas -sobre todo las que tienen colores brillantes-.
Estas ranas están acopladas a su pequeña anatomía, por ejemplo: tienen tres dedos de los pies cuando las ranas generalmente tienen cinco. Este nuevo descubrimiento constituye un hecho importante dentro de las noticias científicas. Por ello, el equipo de profesor Pie se ha encargado de capturar algunos de los especímenes para analizarlos genéticamente y así presentar un informe. Por supuesto, la tarea de atrapar a estos escurridizos anfibios no ha sido del todo fácil. Es verdad, emiten un fuerte sonido (croac, croac) pero las vibraciones de alguien al acercarse las hace callar durante más de 20 minutos. ¡Arduo trabajo!
La naturaleza es algo insondable, ¡cada vez se van encontrando nuevas especies!
FUENTE: BBC