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Como recordarán, especialmente los catalanes (españoles de la región de Catalunya), el 9 de noviembre alrededor de 2,3 millones de personas (33 por ciento de empadronados) votaron para decidir que Catalunya sea un estado independiente. 80% dijeron que sí, que quieren independizarse de España. Pues hoy el Tribunal Constitucional español (TC) anuló, por ser contraria a la Constitución, la consulta soberanista, que en realidad era más simbólica que otra cosa, pues el mismo gobierno español ya había señalado en su momento que esa votación no es un referéndum ni tenía ningún efecto.
No es el único caso de intentos separatistas vía consulta. Por ejemplo en Escocia 4,3 millones de residentes estaba habilitados para decidir en septiembre pasado si la nación debe continuar siendo parte del Reino Unido. Al final ganó el No, es decir quieren seguir siendo parte de la comunidad británica.
La pregunta es si de haber ganado el Sí en Escocia, ¿le hubieran permitido separarse? Por qué si una región, en el caso de Catalunya (de donde es el equipo Barcelona de España, para los despistados) decide que quiere formar un propio estado, España anula esos intentos.
Según el Tribunal, Cataluña no puede hacer consultas de carácter general que, tal y como las define la norma anulada, sean en realidad referéndum, cuya convocatoria es competencia del Estado central. En concreto, el TC declaró inconstitucional y anuló las dos primeras frases del artículo 3.3 de la ley catalana de consultas populares con el siguiente texto: «Las consultas populares no referendarias pueden ser de carácter general o sectorial. Las consultas generales son las abiertas a las personas legitimadas para participar en los términos establecidos en el artículo 5».
Ahora bien… siempre hay atenuantes válidos para desestimar voces separatistas… ¿Realmente es necesario separar los países? ¿Solo debiera decidirlo la región aludida o es una decisión del resto de ciudadanos de un estado?Por ejemplo en los casos de la antigua Yugoslavia, separarse era un imperativo (que resultó sangriento en los 90`s) dado que constituir aquel estado nunca fue un anhelo de las comunidades eslavas que unió de forma política (formada tras la Primera Guerra Mundial). Hoy al parecer bosnios, serbios, croatas, eslovenos, macedonios y montenegrinos se hallan conformes con que sus respectivas nacionalidades tengan su propio estado.
Quizá lo mismo se puede decir de los que fue la Unión Soviética, cuando se derrumbó como potencia mundial el comunismo.
A continuación unas caricaturas (tomadas de e-faro.info y lainformación.com) que ilustran el tema de manera interesante: