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Visitar a los abuelos debería ser una de tus actividades favoritas sin importar la edad que tengas. Imagínate a esas personas viejitas tan emocionadas de verte y dispuestas a darte lo mejor de ellos cada vez que estás cerca. ¿Hace cuánto que no los visitas? En este momento te vamos a dar 9 razones por las cuales hoy mismo querrás agarrar el auto e ir a verlos.
1. Prometiste ir
Dicen que todo lo que declaras se hace realidad, por eso debes tener cuidado con lo que dices y mostrar voluntad de que se cumpla. Por eso, si le dijiste a esos viejitos amorosos que ibas a visitarlos, ¡hazlo! Ellos seguramente se lo tomaron en serio, pues creen en ti. Cumple tu palabra, créeme que regresarás muy contento.
2. Son calentitos para abrazar
Ayúdanos a comprobar esta hipótesis: los abuelitos dan los abrazos más calientitos y tiernos. Tu tarea es abrazarlos mucho para llegar a una conclusión contundente.
Probablemente eso no sea una tarea para ti, de seguro te encantan los abrazos y mimos de tus abuelos. Uno de nuestros favoritos en la familia es: «hacer pelito». Esto es cuando el abuelo pasa sus dedos por tu cabeza una y otra vez sin cansarse. Solo un abuelito tiene esa paciencia.
3. Un día no podremos verlos
La vida tiene un principio y un final. De ninguna de esas fechas tenemos control y por lo general mientras más viejito se es, menos días quedan en la Tierra. O de pronto podrías ser tú el que de pronto ya no estés. Nunca se sabe, así que no re-programes tu visita indefinidamente.
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4. Para que no se sientan olvidados
Los niños como los ancianos son muy sensibles a las actitudes de nuestros seres queridos. El resto también, pero llevan la coraza de las preocupaciones para conseguir dinero, pareja o éxito profesional. En la tercera edad eso ya no es tan importante como tener cerca a su familia. Así que evítale a tus abuelos la tristeza de sentirse abandonados.
5. Una rica comida tiene tu nombre
El sabor del hogar se ha ido formando de generación en generación y si uno de tus abuelitos cocina es muy probable que haya una comida deliciosa para ti cuando los visites.
6. Te llenarán de golosinas
Visitar a los abuelos es también una promesa de golosinas. Ellos nos las daban cuando nuestros padres nos decían que ya no comiéramos más caramelos. Así que visítalos y para asegurarte de que habrá golosinas, compra algunas y podrán comer juntos. Y qué mejor que con un cafecito.
7. Siempre quieren divertirse contigo
Si tus abuelitos ya se han jubilado, entonces tienen mucho tiempo disponible para ti. Procura que lo utilicen en actividades que los mantengan con buen estado físico y considera que algunas de ellas pueden hacerlas contigo. Cuídalos, pero tampoco subestimes su resistencia y deseos de divertirse.
8. Por las conversaciones reveladoras
Los ancianos tiene más historias que tú porque han vivido más. Escúchalos. A lo mejor usen palabras muy sencillas o algunas que no escuchaste nunca porque ya no están de moda, pero si les tienes una pregunta directa, seguramente sabrán darte una respuesta que te aclare el pensamiento. Además, hay cosas de tu familia y de tu ciudad que no sabes y que ellos vivieron. Es hora de saberlo.
9. Para que reten a tus padres
Uno de los placeres secretos de la relación abuelos-nietos es que ellos se pueden dar el lujo de desautorizar a tus padres y retarlos por cosas que a ti tampoco te parecen bien. Visitar a tus abuelos junto a tus padres, además de unir a la familia, te puede brindar ese pequeño gusto culposo.
10. Para que jueguen con tus hijos
Quienes la han experimentado saben que ver a sus propios hijos jugar con sus abuelos hace que la vida tenga sentido.
11. Tener idea de cómo te verías de viejito
La familia es un espejo y los abuelitos te dan una pista de cómo te verás si llegas a sus edades. Además de qué dolencias de salud puedes prevenir por ser genéticas.