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La sobrepoblación de koalas sumaba 700 en una región de Australia, la basta cantidad predecía que estaban condenados a morir de hambre dado el escaso alimento en el territorio. Entonces, la resolución de las autoridades australianas fue mandarlos a matar.
Cape Otway es el lugar donde ocurrió la matanza secreta entre los años 2013 y 2014. Los koalas fueron capturados y sedados en esta región de la costa sudeste de Australia, a unos 230 kilómetros al suroeste de la ciudad de Melbourne, según informó la ministra de Medio Ambiente del estado de Victoria, Lisa Neville.
«La operación era indispensable para evitar el sufrimiento a los koalas que no tenían con qué alimentarse», agregó Neville, que en el momento de los hechos no era ministra.
A falta de hojas de eucalipto, su dieta preferida, los koalas se veían obligados a comer la corteza de los árboles, lo que no los nutría de forma suficiente. Los marsupiales sufrían una larga agonía y sus cadáveres cubrían la costa, dijo el gerente de un camping de la zona, Frank Fotinas. «Los koalas que morían de hambre eran más numerosos que los sometidos a eutanasia. Se olía la muerte«, contó Fotinas.
El zoólogo y especialista de los koalas Desley Whisson dijo que la población de Cape Otway creció demasiado desde la introducción de koalas desplazados de French Island, una isla del estado de Victoria transformada en santuario en el siglo XX para protegerlos de los cazadores. La escasez de animales predadores en la isla, como el águila audaz, favoreció la reproducción en los años ochenta, provocando una situación crítica, lo que llevó a trasladar a muchos koalas a Cape Otway. Whisson defendió la intervención de las autoridades argumentando que se trataba de «sacar a los koalas de su miserable destino».
Fuente: AFP