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La sola mención de Siria ya trae a la mente imágenes de caos, guerra y refugiados. Un conflicto que ha dejado hasta el momento, según la ONU, 250 mil muertes y 4,5 millones de refugiados no es una situación sencilla de describir, por el horror de sus detalles. De allí que pareciera comprensible hacer como que no existe para evitarse amarguras y mantenerse alejados. Pero el conflicto sí que existe y el mundo del siglo XXI ya no es aquel donde todo parece ocurrir en otras partes. La conectividad actual hace posible que podamos involucrarnos en la situación de Siria. Y para hacerlo hay que estar informados.
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¿Cuál era la situación de Siria antes de estallar la Guerra?
La situación de Siria no se diferenciaba de muchos países, la gente vivía con relativa tranquilidad, aunque también había alto desempleo e índices altos de corrupción. Además se acusaba al gobierno del presidente Bashar al Asad, de utilizar la represión contra su gente. Por ejemplo, en marzo de 2011, se arrestó y torturó a un grupo de adolescentes que habían pintando consignas revolucionarias en un muro escolar.
Hubo protestas por el hecho, pero obtuvieron más represión, incluso con muertos por disparos de armas, lo cual en lugar de amedrentar a la gente, los impulsó a seguir protestando. Tanto, que en mayo del 2011 ya eran cientos de miles los que exigían la salida de Bashar. Era un país con dificultades, pero lo que vendría luego de la guerra es horripilante.
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¿Cómo estalló la guerra civil?
Como suele suceder en estos conflictos, los opositores lograron apoyo internacional de quienes se verían beneficiados con salida de Bashar Al Asad o por quienes suelen apoyar la defensa de derechos humanos. Así, los manifestantes también consiguieron armas. La situación de Siria no pintaba nada bien y se empeora cuando Al Asad promete “aplastar” lo que llamó “terrorismo apoyado por el exterior”. Intensifica su control estatal mientras la violencia crece, Algunas brigadas rebeldes logran el control de algunas ciudades. En el 2012 la batalla llega a Damasco y Alepo, las principales ciudades del país. Luego ya el conflicto tomó tintes sectarios religiosos, pues los opositores en su mayoría eran sunitas enfrentando a chiítas alautias, que es la rama del Islam a la que pertenece Bashar. Para el 2013 ya se contaban 90 mil fallecidos por el conflicto.
El hecho de que el conflicto haya tomado posturas basadas en religión hace más difícil las soluciones políticas. Y bajo esas consignas se han destruido comunidades enteras.
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3. ¿Quiénes pelean ahora?
Los rebeldes moderados han dejado de ser los líderes de a oposición y esta ha pasado a manos de grupos islamistas y yihadistas, entre ellos el autodenominado Estado Islámico (EI) cuyas maniobras de extrema crueldad han causado mucha repulsión en el mundo. Ellos además no solo combaten al gobierno de Bashar sino que tienen conflictos armados con los opositores moderados y el Frente al Nusra, un grupo opositor afiliado a al Qaeda. Además pelean contra el ejército kurdo, que es uno de los principales grupos de combate auspiciados por Estados Unidos.
Reino Unido y Francia también han bombardeado desde aviones a zonas donde se encuentran miembros de EI. Por otro lado, Rusia apoya al gobierno sirio.
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4. ¿Cómo se involucraron las potencias internacionales?
Como no podía ser de otra forma, países vecinos y potencias mundiales velan por sus intereses y han apoyado a unos y otros bandos. Así, uno de los mayores aliados del gobierno sirio es Irán, que es dirigido también por chiítas. Uno de sus objetivos es no perder la facilidad de enviar armamentos cruzando por territorio sirio. Lo envían al movimiento chiita Hezbolá en Líbano (este también apoyan al ejército sirio). Rusia también apoya al gobierno de Bashar Al Asad.
Quienes están en el bando contrario son: Estados Unidos, que actúa a través del ejército kurdo. Luego está Arabia Saudita , que es uno de los principales financistas de los opositores sunitas. Otro actor relevante es Turquía, quienes apoyan a los rebeldes de la coalición formada por EEUU, pero tienen problemas con los separatistas kurdos, en especial con quienes simpatizan con el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Quatar y Jordania también apoyan a los opositores.
Por lo general los países que intervienen abogan por rescatar el orden democrático, la soberaníao proteger los derechos humanos y más causas nobles, aunque no sería raro que en realidad estén protegiendo recursos económicos y situaciones de poder.
Según la BBC, a inicios de este año, Estados Unidos y Rusia persuadieron a los representantes de las partes en guerra para que asistieran a “conversaciones de acercamiento” en Ginebra para discutir una ruta de paz del Consejo de Seguridad. Esto incluía un cese del fuego y un período de transición que llevara a elecciones. Cada vez que parece que se puede lograr un cese de hostilidades y alguna tregua, ocurre algún desastre, por ejemplo, en septiembre se acabó la tregua cuando hubo un letal ataque contra un convoy humanitario. Murieron 20 civiles. Washington culpó a Moscú, pero ellos lo negaron. Este conflicto también ha sido motivo para que EEUU y Rusia tengan las relaciones deterioradas. Y eso, al igual que en la época de la Guerra Fría, causa incertidumbre a todo el mundo.
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5. ¿Cuál ha sido el impacto de esta guerra?
De acuerdo al Observatorio Sirio de Derechos Humanos, asentado en Londres, el conflicto ya habría llegado a 301.000 muertes hasta septiembre del 2016. Pero la cifra se queda corta según el Centro de Sirio para Investigación Política, que los estima en 470.000.
Además de que a febrero de 2016 más de 4,8 millones de personas habían huido de Siria, la mayoría mujeres y niños, según la ONU.
Hay países como Líbano, Jordania y Turquía que se ven en una crisis al tratar de albergar a tantos refugiados. Un 10% de los refugiados han buscado asilo en Europa, donde se los ha recibido de formas ambiguas. Con apertura por parte de los gobiernos, pero hay grupos hostiles con la situación.
Es que dentro de Siria la situación no es nada sencilla. Se requerirían en ayuda humanitaria US$3.200 millones de ayuda para los 13,5 millones de personas, incluidos seis millones de niños que siguen en Siria. Cerca de 70% de la población no tiene acceso a agua potable, una de cada tres personas no puede satisfacer sus necesidades alimentarias básicas, más de dos millones de niños no van al colegio y una de cada cinco personas vive en la pobreza. Y de todas esas personas, hay alrededor de 500 mil que viven bajo asedio en zonas en conflicto.
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