Luego de casi 5 décadas desde que salió el clásico original, que se volvió un icono para los musicales, Steven Spielberg intenta lo que nadie se atrevía a realizar: Dirigir una nueva adaptación de West Side Story. Traducida como Amor Sin Barreras, es una adaptación, además, de la obra del mismo nombre que se volvió famosa por tocar temas sensibles de la época como el racismo y mostrar el lado más suburbano de New York. Spielberg ahora toma el reto de contar una nueva versión de la historia para una nueva generación, dándonos el remake de “West Side Story”. ¿Qué tal salió?
Modernizando un clásico
Steven Spielberg se volvió famoso por darnos, durante toda su trayectoria, clásicos como “ET: El Extraterrestre” o “Indiana Jones” solo siendo algunos de ellos. Lo que sorprende aún es que en la actualidad logró modernizarse y darnos grandes películas parecidas como “Ready Player One”. Aun teniendo una historia tan de antaño como esta adaptación, el mayor logro que da, ante todo, lo excelente que entrega es modernizar esta fábula sobre las cosas que la gente es capaz de hacer tanto por amor como por odio. Aprovecha mucho los elementos actuales para hacerte sentir que estás viendo una película antigua, pero con una imagen más limpia, y más grande aún. La fotografía de Janusz Kaminski tiene muy merecida la nominación al Oscar, sabe como mover la cámara desde las escenas musicales hasta en una simple toma por encima de las locaciones. El diseño de producción está a otro nivel en vestuario y sets, te adentras al mundo y lo sientes vivo. De no ser por este director y su equipo, quién sabe cómo hubiera terminado.
Fuego en el ámbito musical
Usando el repertorio musical de la obra y la cinta original, tenemos la remasterización de las canciones clásicas desde “Jet Song” hasta “Tonight” con el nuevo cast. Hablando de los actores, todo el nuevo elenco llena los zapatos a la altura de sus personajes, tanto a la hora de interpretarlos como a la hora de cantar. Mike Faist como Riff y Rachel Zegler como Maria son las grandes revelaciones, pero la mejor sin duda es Ariana DeBose que está arrasando esta temporada de premios. Spielberg siempre ha logrado sacar actuaciones excelentes de cualquiera con quien trabaje, pero también saca con ellos unas despampanantes coreografías para ser su primer musical. Con Justin Peck dirigiendo los números musicales, tenemos momentos como “América» que se deben ver en una sala de cine o pequeños momentos como »Maria” o “I Feel Pretty” que tienen todo el sello del director.
Remake a casi el pie de la letra
Una nueva generación podrá maravillarse por primera vez con esta historia, pero los que ya vieron la cinta original o conocen la obra no verán algo nuevo aquí. La cinta en su mayoría sigue la misma estructura de la versión de 1961, sería casi como ver la misma película pero con otros actores. El director ofrece nuevas ideas para darle algo fresco a esta historia, como el nuevo personaje que le escribieron a Rita Moreno o el nuevo rol que le dieron al papel que tiene “Anybodys” en la historia ahora como personaje trans oficialmente, pero fuera de ahi, es casi lo mismo. Steven Spielberg logra darnos la misma historia pero con los recursos actuales para darnos la mejor versión posible, pero esto quizás no sea suficiente para los que busquen más. No será un problema para la mayoría, ya que funciona excelente siendo la misma trama, pero no va a complacer a todos que ni estaban convencidos con la idea de los “remakes”.
Conclusión
Steven Spielberg nunca había dirigido un musical hasta ahora pero acaba de dar una “Masterclass” de cómo hacer una, volviéndose una de sus mejores películas desde hace un tiempo. No cambia mucho a la versiones ya existentes, fuera de varios aportes de los guionistas, pero moderniza la historia que conocemos con un apartado musical de primera que se debe ver en el cine. Personalmente mi película favorita del 2021, y una de las más fuertes para el Oscar 2022.
Calificación: 10/10
Por: Fernando Mideros