Los aeropuertos son esa antesala a nuestros sueños. Cada que se anuncia un nuevo abordaje, abres la oreja, a ver si no es el tuyo; aunque falten 5 horas o más para tu vuelo. Y es que te interesa saber hacia dónde se dirigirá cada avión, qué aventuras podrías experimentar si te colas en ese vuelo.
Hace unas semanas viajé a Los Angeles, desde Guayaquil, con una laaaarga escala en San Salvador. Fueron doce horas dentro del Aeropuerto Internacional El Salvador, tanto a la ida, como al regreso. Tuve que ingeniármelas, pues mis ansias de que inicien oficialmente mis vacaciones me estaban carcomiendo.
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Vuelos con escalas: Qué hacer
¿Qué hice en esas 12 horas de estar encerrada en el área de abordaje? Aquí te lo cuento…
1. Dormir
La noche anterior a mi vuelo simplemente no había dormido. Me puse a hacer las maletas horas antes y apenas las terminé ya debía ir al aeropuerto. Cuando llegué al aeropuerto, busqué una sala de espera vacía y me acomodé en las sillas. No fue muy cómodo, porque las bancas tenían brazos que impedían que yo me acueste a mis anchas; pero encontré la forma.
Además de descansar lo que no había descansado, descansé lo que no iba a descansar en el viaje que estaba por realizar. Seamos honestxs, cuando viajamos, lo que menos hacemos es descansar. Usualmente tenemos un itinerario apretado para compensar los pocos días de vacaciones que tenemos. Así que me adelanté un poco. Y bueno al regreso seguro estarás tan cansadx que querrás dormir un poco antes del vuelo, donde probablemente seguirás durmiendo.
Eso sí, planifica bien tus horarios de dormir en el aeropuerto, ya que si estás cambiando de zona horaria, este podría ser el momento indicado para adaptarte.
2. Comer algo local
Si no planeas salir del aeropuerto, puedes comer algo local, así sientes que de alguna manera has conocido el país de tu parada. Yo comí pupusas con café salvadoreño. Las pupusas son unas tortillas de maíz rellenas de frejoles, acompañadas de una salsa de tomate; mientras que el café local es una delicia. Me quedé encantada, aun sin realmente salir y conocer El Salvador.
3. Ponerte al día en libros, series y películas
Con los quehaceres diarios muchas veces no encontramos tiempo para distraernos en la fantasía. Aprovecha ese tiempo «muerto» en el aeropuerto para ponerte al día en tus lecturas, series o películas que tienes acumuladas. O incluso para encontrar nuevas historias. Te recomiendo alguna que esté relacionada a viajes o aventura y así te vas poniendo en ambiente.
Me dirás que cómo harás esto sin internet, no os preocupéis (léase en acento español), tenemos un mapa con las claves wifi de los aeropuertos del mundo.
¿Quién se tomó el trabajo de crear esta maravilla? Anil Polat, un bloguero de viajes e ingeniero en seguridad digital. Un gran aplauso para él, por favor.
4. Pasear por las tiendas
No, no te gastes todo el presupuesto en el Duty Free. Aprovecha este espacio libre de impuestos para comprar cosas que necesites, sea para tu viaje o para la vida. Trata de que sea algo ligero, pues andarás con ello por todos lados. Yo, por ejemplo, me compré una de esas almohadas en forma de U para dormir. Me sirvió perfecto cuando me fui de camping en el viaje, y por su puesto, en los vuelos con escala.
5. Planificar lo que falta del viaje
Aunque seas la persona más organizada del mundo, probablemente tengas algún detalle que aún falta revisar. Si no, pues quiero viajar contigo porque yo casi nunca planeo nada.
6. Ver a la gente y reflexionar (o juzgar un poquito)
Esto suena un poco morboso, pero aquí la gente pasa sin detenerse mucho. Andan todos apurados, buscando la próxima conexión. Unos quieren llegar ya a su destino, otros van dejando cosas y personas detrás.
Pueden ser interesantes las interacciones que encuentras en un aeropuerto, date cuenta de alguna de ellas y reflexiona un poco. En mis doce horas en El Salvador me di cuenta que siempre hay alguien o algunos que se retrasan del vuelo…
¡Lo más irónico es que, aún estado en el aeropuerto por horas, yo casi pierdo mi vuelo! No había escuchado cuando mencionaron la letra de mi grupo de abordaje, pero por suerte llamaron mi nombre. ¡Uff, de la que me salvé! En serio hubiera sido un colmo.
¿Qué otras cosas haces para soportar los vuelos con escalas? Cuéntamelo en Twitter.