Existe un dilema entre los apasionados de los viajes… y esto es si ser un viajero o ser un turista… Y no, no es lo mismo, aunque tampoco difiere mucho.
Pasa que soy de esas apasionadas de los viajes y entre nuestro gremio existen estereotipos -aún siendo esta una actividad que ayuda a romper paradigmas-. Estamos los turistas y los viajeros. Aquí describo, sin extenderme mucho, esas “cosas” que nos “diferencian”:
El turista: Es quien gusta de viajar y cada tanto se va de viaje en vacaciones y feriados. Su presupuesto puede ser inflado o limitado; así que como método de planificación prefiere los paquetes, promociones y gangas. Un operador turístico o agencia de viajes se encargará de todo: vuelo, hotel, recorridos (con guía incluídos, a veces). Aunque, si viaja sin interventor (agencia u operador turístico), ha de ir a la casa del primo que vive en otra ciudad o llegará donde la tía en el extranjero, y lo más probable es que visite periódicamente.
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El viajero: Es quien gusta de viajar y cada tanto se va de viaje en vacaciones (a veces indefinidas, es decir meses u años) y feriados. Cómo método de planificación está el tiempo: dependiendo de cuánto tenga (días, semanas, meses, años…) verá a dónde ir y con cuánto presupuesto. Buscará por su cuenta los vuelos más baratos o viajará en bus y preferirá dormir barato o incluso gratis. Cuando llega a un lugar nuevo lo conoce a su ritmo, pues los guías turísticos no son lo suyo. Lo más probable es que tenga pensado el destino hace tiempo y hasta tenga un bucketlist o recorrido soñado.
A veces viajo de turista y otras veces de viajera. Depende del tiempo o el dinero o de ambas… o simplemente no depende de nada, sino de las ganas.
turista versus viajero: ¿Has viajado a una reserva natural? Mira este paseo que hicimos
Viajar de turista es “más cómodo” y lo pongo entre comillas porque el esquema de hacer lo que está en el paquete me pone los nervios de punta. Sin embargo, no tienes que preocuparte más que de disfrutar del lugar en que estás, total ya lo has pagado todo.
Viajar de viajera es “más libre” porque vas a tu ritmo y sólo debes preocuparte de disfrutar del lugar en que estás. Pero tienes limitantes: a veces es el dinero, a veces es el tiempo…
Sin embargo, viajar -sea de turista o de viajero- te abre la mente. La actividad en sí, te saca de tu casa, de tu ciudad, de tu zona de confort… En el camino conocerás cosas diferentes: paisajes, personas, culturas. Es aprendizaje constante. Es exploración.
Pero nos gusta clasificar y pensar que una “cosa” es mejor que la otra, que hay que ponerse la ropa de hippie para ser una viajera o ponerse el sombrero de ala ancha para ser un turista… y la verdad que nadie quiere decir es que ambos: turista versus viajero, son apasionados de las travesías, que les gusta explorar y aprender cosas nuevas. Y es que básicamente por eso viajamos, ¿no? La idea es simplemente viajar.