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Puede que cuando piensas en viajar hagas planes pensando en visitar las mejores playas, en capturar épicas selfies o incluso probar comida exótica. Sin embargo, los que optan por el turismo libertino tienen otra prioridad cuando empacan sus maletas. ¿Qué exactamente? Una necesidad muy básica: el sexo.
Turismo libertino, solo apto para adultos
Antes de que te alarmes, debemos explicarte que el turismo libertino y el turismo sexual no son la misma cosa. Este último involucra la compra de sexo a las prostitutas y prácticas ilegales en la mayoría de países del mundo. Si bien su función está vinculada con la de vivir excursiones sexuales, el turismo libertino permite a varios adultos, que en plena conciencia y de mutuo acuerdo, buscan vivir una forma más exploratoria y totalmente legal de su sexualidad. Muchas personas se apuntan a estos viajes porque quieren que pueden incluir echar un vistazo a las playas nudistas o clubes para swingers.
El naughty travel está ganando un lucrativo espacio dentro de la industria del turismo y produciendo grandes ganancias. La revista Forbes estima que sólo el año pasado, este nicho de la industria movió más de $20.000 millones a nivel mundial. De estos $1.200 millones se gastaron solamente en Francia, donde se estima que hay unos 500 clubes de swingers y libertinos. ¿Por qué? Pues a menudo, las personas que buscan este tipo de viajes están dispuestos a pagar grandes sumas para satisfacer sus deseos.
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Las personas pagaran sin importar el cargo, siempre que haya garantía de absoluta reserva. La gente quiere un lugar que puede estar con personas de ideas afines para vivir estas experiencias íntimas. ¿Dónde está sucediendo todo este amor libre? En todas partes: cruceros, resorts, trenes, villas. Si lo buscas, seguro encuentras más de una opción.
«Los swingers y los aficionados de las fiestas de espuma, el sexo en grupo, las fiestas de látex, el exhibicionismo y otras prácticas sexuales pagan sumas considerables por el placer de mezclar aventuras sexuales y exploraciones turísticas en muchos rincones del globo», reporta Forbes.
Un destino clave es la ciudad francesa Cap d’Agde, que ya ha sido apodada la Disneyland para adultos, por su población nudista. Otro punto de acceso que Forbes menciona como parte de esta tendencia es Cruise Desir, donde la gente paga hasta 10.000 dólares por persona para salir de Venecia y viajar por la costa a Croacia, mientras disfruta «de la sensualidad de los juegos eróticos y temas provocativos con espectáculos calientes». Otro destino es Runaway Bay en Jamaica. Un complejo donde las parejas encontrarán que en la piscina la ropa es opcional, hay noches temáticas y de disfraces, espejos sobre la cama y kits de tantra en cada habitación.
Así que la gente dispuesta a pagar por estas experiencias tiene una gama de opciones en todo el mundo. Y de repente, tiene mucho más sentido que una opción desconocida como esta capte una cuota del mercado por $20.000 millones.
¿Te atreverías a probar el turismo libertino?
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