Revisando algunos proyectos en la web, nos encontramos con el de Simone Giertz, una fabricante profesional y entusiasta de la robótica, que creó uno de los despertadores más raros y humillantes de todos. Se trata de un reloj con un brazo de plástico montado a una pared justo encima de su cabeza. Cuando este suena, está programado…