Aunque no lo creas, antes de dedicarse “al negocio”, Pablo Escobar robaba lápidas en los cementerios. Pero su vida tuvo un cambio radical y en su apogeo llegó a ganar 420 millones de dólares a la semana. En la actualidad, a 25 años de su muerte, hay quienes aseguran que el fantasma del capo narco sigue vivo, dejando tras de sí una estela de terror difícil de olvidar.