Por Sabrina Rodríguez

Las hemorroides son un tipo de venas, por lo general hinchadas, que se encuentran ubicadas en el ano de la persona, o como en muchos casos, en la parte inferior del recto, muy similares a las venas varicosas.

Estas venas suelen clasificarse en dos tipos, las internas, que son las que se encuentran dentro del recto, o las externas, que son las ubicadas debajo de la piel del ano.

SUS CAUSAS

Aproximadamente tres de cada cuatro adultos desarrollan hemorroides, y esto puede ocurrir por varias causas, aunque determinar exactamente cuál es, es complicado. Sin embargo, no debe ser motivo de preocupación.

Algunos de los causantes que genera el brote de estas “venas”, es el consumo excesivo de comidas picantes, esfuerzo al evacuar los intestinos, embarazo, obesidad, tener relaciones sexuales anales, levantar mucho peso con regularidad, entre otros.

ALGUNOS SÍNTOMAS

De los síntomas más comunes y con los cuales podrías sospechar que sufres de hemorroides, están los siguientes:

• Picazón o irritación anal.
• Dolor o molestia.
• Hinchazón en el ano.

No obstante, te recomendamos que, si sospechas o presentas algunos de estos síntomas, acudas a un médico para el respectivo chequeo.

TRATAMIENTO

No debes permitir que sufrir de hemorroides dañe tu vida o tu rutina del día a día, todo lo contrario.

Hoy día existen tratamientos totalmente naturales y efectivos, que puedes realizar en casa para que comiences a aplicarlos y ver cambios rápidamente.

ACÁ TE CONTAMOS UN POCO CUÁLES SON:

Baño Tibio o de Asiento

Sumergirse regularmente en un baño tibio o en baños de asiento para remojar la zona anal en agua tibia durante 10 a 15 minutos, dos o tres veces al día, ayuda a aliviar significativamente los síntomas de las hemorroides.

Sal de Epsom y Gliserina

Este tratamiento ayuda a aliviar las hemorroides dolorosas, para ello se debe preparar un compuesto y aplicar directamente en la zona haciendo lo siguiente:

Mezcla 2 cucharadas de sal de Epsom con 2 cucharadas de glicerina, luego aplique la mezcla a una gasa y colóquela sobre el área dolorida. Después, deje esta aplicación en el área durante 15 a 20 minutos y repita cada cuatro a seis horas hasta que el dolor desaparezca.

Bolsita de Té

Las hemorroides externas se pueden aliviar aplicando una bolsita de té tibia y húmeda. El ácido tánico en el té ayuda a reducir la hinchazón, aliviar el dolor y promover la coagulación de la sangre para detener el sangrado.

Aloe Vera

La sábila es una de las plantas medicinales más comunes, el gel de aloe vera es utilizado para tratar las hemorroides y varias afecciones de la piel, debido a sus propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir la irritación.

Se recomienda el gel puro de aloe, extraído directamente de las hojas de la planta, y usado de manera tópica de forma directa sobre la zona anal. La persona debe verificar primero que no sea alérgica a este producto.

Hielo

Los vasos sanguíneos se hinchan con las hemorroides, pero el frío puede desinflamarlos y brindar un gran alivio. Para ello se debe llenar una bolsa con hielo, envolverla con un paño fino y sentarse sobre ella durante unos 20 minutos para aliviar los síntomas.

Vinagre de Manzana

El vinagre de sidra de manzana suele ayudar a reducir los síntomas de las hemorroides. Para su aplicación, sumerja una bola de algodón en el vinagre sin filtrar ni pasteurizar en el área inflamada y aplíquelo en el área durante dos o tres minutos.

Pomadas

Algunas pomadas como el Vick VapoRub, suele presentar en algunas personas un alivio inmediato, aunque temporal, de los síntomas, después de aplicar una pequeña cantidad de la crema en el área afectada.

De igual forma, si acude a su farmacia más cercana, de seguro también podrá conseguir algún ungüento o medicina que lo ayude, sin embargo, hacerlo con estos tratamientos naturales le resultará fácil, cómodo, económico, pero, sobre todo, efectivo.

TE PREGUNTAS, ¿CÓMO PUEDES PREVENIR SUFRIR DE LAS HEMORROIDES?

Para prevenir las hemorroides, reducir los síntomas y ablandar las heces, se recomienda realizar lo siguiente:

• Consumir alimentos ricos en fibra.
• Beber mucho líquido.
• Evitar el estreñimiento.
• No esforzarse al intentar defecar.
• No aguantar las ganas de ir al baño.
• Hacer ejercicio.
• No comer cosas picantes en exceso.
• Evitar largos períodos de estar sentado.

¡Esperamos que esta información sea de gran ayuda para ti!

Recuerda siempre que, si quieres sentirte más seguro, acude a tu médico de confianza y pide una consulta para tu respectiva revisión.