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Hace un poco, poquísimo tiempo, puede que uno o dos mes atrás… Llegaron mis sobrinos a vivir conmigo. Como era de esperarse de cualquier tía, yo estaba más que encantada. Sin embargo, una semana después ya estaba en modo «sobrevivir a la familia» porque no podía más. ¿Correr, saltar y jugar desde las 6:00 de la mañana TODOS los días? Eso no es de Dios. No me malinterpreten, sigo amando a mis sobrinos, pero ahora es un amor más bajado a la realidad cotidiana.
Cómo sobrevivir a la familia: edición sobrinos
Vivir con niños no es tan fácil como se puede pensar en un principio. Mis sobrinos llegaron el primer día muy cansados por haber estado recorriendo cientos de kilómetros en esta mudanza. Llegaron a ver la casa con curiosidad, comer algo, jugar un poquito y de ahí directo a la cama. Pronto, todo cambió.
Si los niños no querían dormir, había llanto de por medio. Cuando la mamá o el papá estaban ocupados y no podían atenderlos habían gritos. O peor aún, si estaban aburridos o increíblemente felices hacían MUCHO ruido. Y aquí es cuando necesitas calmarte, recordar sus edades, recordar tu propia edad… Recordarte que el cambio conlleva un periodo de adaptación donde todas las partes tendrán que llegar a acuerdos. ¿Qué hacer si no te queda más que sobrevivir a la familia? Intenta esto:
1. Los superhéroes y superheroínas
Serán tus aliados en casi todo lo que hagan tus sobrinos. Si se portan mal puedes mirarlos y decirles que Spiderman (o su héroe favorito) no estaría gritando o llorando para solucionar su problema. Casi siempre cambiarán de actitud o intentarán explicarte lo que les sucede. Pueden necesitar ayuda para expresarlo así que no te desesperes. También funciona cuando no quieren comer algo: ¿Qué crees que haría Superman? Ha dejado platos vacíos en casa. ¡Gracias personajes de ficción!
2. No muchos juguetes, pero sí mucha imaginación
En defensa de mis sobrinos la mayoría del tiempo se portan bien. Lo que sucede es que necesitan es un poco de atención. Jugamos con sus figuras de acción, peluches, rompecabezas y juegos de mesa. Bailamos, pintamos e intentamos hacer deporte.
Si están muy emocionados y no quieres salir de casa… Toma el consejo de Daria Morgendorffer y hazlos jugar «Hongos». Todos se acuestan en el suelo, fingen ser hongos en un árbol y el primero que hable o se mueva pierde. ¡Oh, maravillosos 5 minutos de paz!
3. Libros para niños
Encontrar versiones para niños de tu personajes favoritos pueden salvarte en más de una ocasión. Mi sobrino lloraba porque no quería irse a dormir. Y no siempre puedo pedir a mi hermano que «controle» a su hijo, a veces también toca ayudar. Así que usé mis libros de Star Wars para niños de Jeffrey Brown. Él ahora adora a Luke y a Darth Vader, porque le gustó el libro, pero también porque a mí me gusta. Cuando algo te encanta es más fácil entusiasmar a otros.
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4. Películas, TV y Youtube
Lo más práctico cuando ya no puedes seguir corriendo detrás de tus sobrinos es buscar una película o serie de TV que puedan ver juntos. Si no tienes problemas en ofrecer comida a los niños como «recompensa» utiliza algunas que sean ricas y sanas como frutas, sánduches, gelatinas, maní o palomitas de maíz sin mantequilla. Esto puede darte una maravillosa hora o más de estar relajado. ¿Necesitas estar haciendo algo más mientras tus sobris están viendo la TV? Dale tu tablet o smartphone con Youtube Kids (o ponle El gato ensombrerado, La patrulla canina o el programa para niños que más le guste en Youtube).
5. Vamos a la farmacia, el parque… Salgamos de casa.
Cuando mis sobrinos no pueden parar y veo que mi hermano o mi cuñada necesitan un respiro… Me lo llevo a la farmacia que hay en la esquina de la casa. Compramos algo que haga falta o solo vemos los escaparates. Él se divierte un momento, se cansa un poco y luego volvemos a casa. Esto funciona con parques, paseos por el barrio… Sí, no todo en esta lista se trata de hacer cosas para mí.
6. Vacaciones o salidas
Si nada funciona siempre puedes usar mi último recurso: sal tú de la casa y vuelve cuando estés muriendo del cansancio. Te dormirás sin importar qué mismo está pasando. O toma unas vacaciones. Si no puedes pegarte una escapada, o no tienes ganas de salir, finánciale a tu herman@ un paseo con sus hijos para tener la casa para ti sol@ por un momento.
¿Se te ocurren otras formas de sobrevivir a la familia?
¡Cuéntame en los comentarios!
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