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El rock tiene muchas bandas efímeras y unas cuantas que parecen inmemoriales, pero entre todas esas historias de resistencia y dureza, nadie como los australianos de AC/DC, que han sabido sacudirse el polvo de las caídas y mantener su característica potencia de camión sin frenos.
Pues ahora enfrentan una nueva disyuntiva. El vocalista de AC/DC Brian Johnson (68 años) está en riesgo de quedar totalmente sordo y el doctor le ha dicho «basta de giras».
“La música no guarda relación con esto. Sólo pasó porque he estado en mi auto de carreras por demasiado tiempo y sin tapones en los oídos. Ahí mi tímpano estalló y me sentí muy mareado”. Brian Johnson, en entrevista a Howard Stern.
Quiza los doctores no estén de acuerdo con ello, pero significó cancelar el reciente Rock or Bust World Tour por EE.UU (la gira por Europa no ha sido cancelada, además estaba previsto que vengan a Latinoamérica). Podría ser que AC/DC recurra a un vocalista invitado -ya lo han hecho antes-. Después de todo quién no quisiera ser parte de AC/DC… pero la pregunta es ¿quién tiene lo necesario para llenar ese papel? O quizá una real cuestión: ¿Es necesario seguir? No será mejor dejarlo allí luego de una gira de despedida… Que ya fue suficiente rock and roll, que ellos no son para vivir de la nostalgia; aun si su repertorio tiene muchos clásicos, ellos no son ese tipo de banda auto condescendiente.
O lo que resta de la banda
AC/DC ya ha tenido bajas significativas en su historia. Su segundo vocalista, el brillante Bon Scott, murió en 1980 por intoxicación etílica (incluye en su leyenda el mito -luego desmentido- de que se ahogó en su propio vómito).
Scott era tan bueno en su rol de frontman de AC/DC que hasta a una gaita la hace sonar hardcore, como pueden ver en el video anterior. Pero murió, y los hermanos Malcolm y Angus Young -fundadores y guitarristas- entre disolverse o seguir, optaron por rehacerse en todo a la figura de un británico de gorra plana y voz potente, chirriante y ronca a la vez: Brian Johnson, quien tomó el papel y supo mantener la mística de la banda.
Pero recientemente se han marchado dos elementos clave. En el 2014 Malcolm dejó de presentarse, pocos se dieron cuenta, pues su reemplazo Steve, al ser su sobrino es bastante parecido a él. Pero Malcolm Young era más que el guitarrista rítmico, era quien tomaba muchas de las decisiones importantes y escribía junto a su hermano y Brian la mayoría de las canciones.
¿La razón? También médicas… y bastante tristes. Se le diagnosticó demencia y tiene memoria de corto plazo, es decir olvida pronto con quien ha hablado o qué ha dicho. Tuvieron que grabar sin él el último disco en el 2014, que ahora da nombre a la gira.
Por su parte el baterista Phil Rudd, tuvo que separarse en el 2015 por problemas con la ley. Está en encierro domiciliario como parte de su sentencia por intento de homicido. El fue reemplazado por un antiguo componente de la banda, el percusionista Chris Slade.
Es cierto, AC/DC ha sabido afrontar los golpes de la edad y de la vida intensa. Los doctores dicen que Johnson podrá seguir cantando en condiciones adecuadas, pero su problema auditivo no es reversible, por lo tanto la orden de no actuar en vivo sí sería tajante.
¿Podrá Angus Young seguir vistiendo su traje escolar y resolver este problema?
Tal vez él no necesita ser el vocalista de AC/DC para contestar con la estrofa de su clásico Back in Black:
«Forget the hearse ‘cause I never die/ I got nine lives/ Cat’s eyes/ Abusin’ every one of them and running wild»
«Olvídense de la carroza fúnebre, porque nunca moriré, tengo nueve vidas y ojos de gato. abuso de todas ellas y corro a mis anchas».
En todo caso, AC/DC siempre fue mejor compañía en la autopista hacia el infierno.