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¡Sexo con robots! Olvídalo, con Pepper no te metas, sus creadores japoneses Softbank recuerdan a sus clientes que han firmado una cláusula que sanciona mantener relaciones sexuales con el robot y usarlo para cometer actos obscenos.
Pepper es uno de los robots más populares en la actualidad porque es capaz de mostrar emociones de acuerdo a cómo se siente su entorno. De hecho, su objetivo no es realizar tareas cotidianas sino hacer «feliz a la gente». Y, como ese objetivo puede ser tomado de muchas formas, Softbank decidió añadir los mencionados términos y condiciones a sus usuarios.
No obstante, Pepper no parece tener algún dispositivo que detecte y alerte sobre la transgresión de dicha cláusula. Cabe enfatizar que en esta no solo se hace alusión a tener sexo, también se prohíbe usarlo para dañar a otras personas o para enviar spam, además de cambiar sus características de fábrica, como la voz.
Pepper salió a la venta en junio de este año a un valor aproximado de 1.300 euros.
¿Sexo con robots en un futuro cercano?
La inteligencia artificial está avanzando a grandes pasos, y eso implica que los robots desarrollen habilidades sociales que al igual que Pepper y distintos prototipos detecten emociones humanas e interactúen con ellas. La cuestión es que una de las emociones que mueve al mundo son las relacionadas con el sexo. Y aunque en este momento no sea prioridad de los desarrolladores, parece un camino inevitable.
https://youtu.be/KlVn2XzC75U
Matt McMullen, el CEO de RealDoll, compañía que construye muñecas hiperrealistas principalmente para fines sexuales, cuenta del proyecto RealBotix, donde desde 1996 ha vendido alrededor de 5 mil a precios que llegan hasta los 10.0000 dólares. No obstante, su objetivo es ir incluyendo tecnologías encaminadas a dotarlas de emociones e inteligencia artificial.
La aritmética del sexo es muy simple. Es como jugar Rock Band. Si oprimes los botones correctos en el momento indicado irás avanzando por cada nivel. Es una matemática muy sencilla en realidad.
Matt Mc Mullen.
A propósito de esto, en Estados Unidos ya ha surgido un movimiento contra cualquier tendencia a practicar sexo con robots. Se llama Campaign Against Sex Robots, que menciona principalmente que el desarrollo de este tipo de máquinas sería explotar la cosificación sexual de mujeres y niños, además de reducir la empatía humana en la sociedad.
Fuente: The Guardian