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Fue en 1996 cuando el guionista Kevin Williamson junto al director Wes Craven nos dieron una de las cintas más influyentes en el género del terror, “Scream” se vio como una oda al cine (DE TERROR) que fue creando una base de fans con el paso de los años, a la par que fue creciendo como franquicia. Luego de una década desde la última secuela y el fallecimiento de Craven, Paramount aprovechó la nueva ola de “slashers” que generó las últimas cintas de Halloween y consiguió a los directores de “Ready Or Not” para hacer otra cinta con Ghostface. Teniendo un nuevo equipo y varias caras conocidas de estas películas, llega la quinta película de “Scream”. ¿Qué tal salió?
Una nueva dirección para una nueva generación
Esta es la primera película de toda la franquicia de “Scream” en no ser dirigida por Wes Craven y su falta detrás de la cámara se nota, pero esto también dio libertad tanto a Matt Bettinelli-Olpin como a Tyler Gillett al ser los nuevos encargados de llevar esta nueva entrega. El enfoque que ellos quieren dar es como si fuera un “soft-reboot” al usar un nuevo cast y teniendo de base en su mayoría a la cinta original. Juega al mismo tiempo con el término, pero sigue siendo una continuación de las demás. Esta nueva generación de jóvenes tiene una química envidiable, todos cumplen con sus respectivos papeles como profesionales. Quiero destacar a Jenna Ortega, que podría ser la mejor actriz de la cinta contando también la presencia del cast original que es un placer verlos. Quizás sea la que menos importancia les da a ellos, pero esto también sirve para que los jóvenes tengan más del tiempo necesario para empatizar con el público. El misterio de la identidad del asesino sigue siendo el fuerte de estas películas. Al finalizar verás pistas claras de quiénes eran desde antes de la revelación, pero siempre te mantienen con un sentimiento de duda sobre quién está detrás de la máscara.
Siendo “Meta” a la décima potencia
La franquicia en general de “Scream” siempre se destacó por ser meta referencial. Están conscientes de lo que son y se burlan en cada película de cualquier tópico del género en su respectivo contexto. Este caso va para todo lo que abarca el término “recuela”, un leve “reboot” que sirve como secuela directa a la original. Esto también hace que los guionistas puedan jugar con esto, aun teniendo en cuenta las 3 secuelas de “Scream”, pero esto ayuda a que se puedan burlar de otros tópicos relacionados como los fans tóxicos o el terror moderno elevado. Recientemente tenemos el caso de “Matrix Resurrections” que metió lo “meta” al hablar del sistema de estudios, pero esas películas nunca habían tocado esa zona, mientras que “Scream” sí. Buscan cada cliché posible para hacer un chiste o usarlo en beneficio de la trama de formas inteligentes. Hay varios detalles que suceden solo para que se mueva la película, pero nada que demerite el trabajo en este apartado que sigue demostrando por qué estas películas son tan relevantes hasta hoy.
Ser tradicional y a la vez moderno
El único fallo grande que comete la cinta, que podría perjudicar a varios fans como también a cualquier seguidor de las películas, es que busca ser algo diferente mientras sigue la fórmula “Scream”, casi lo mismo que critica el mensaje de ellos. Todas estas películas son algo similares en estructura pero siempre han jugado de maneras diferentes para que se sientan frescas, mientras que esta sigue muy de base la primera que, en cierto punto de vista, sí parece un auténtico “reboot”. La cinta busca ser diferente, pero al seguir esta estructura parece como que al mismo tiempo quiere ser tradicional. Esto genera un debate de que se pudo haber hecho algo diferente o si eso no es una opción en esta franquicia, aún sin Wes Craven. No me molestó ya que funciona aun así, pero sé que esto será un tema que los seguidores de “Scream” debatirán por un buen tiempo.
Conclusión
“Scream” regresa más viva que nunca al traer nuevos temas de qué hablar con su autorreferencia, como también un “slasher” que podría atraer a una nueva base de fans, aun con decisiones que varios fanáticos quizás no tomen tan bien. Actualmente, con todas las “recuelas” que llevamos esta es de las mejores, es extremadamente entretenida y honra el legado de lo que hizo Craven en su momento.
Calificación: 9/10
Por Carlos Mideros