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La muerte de Scott Weiland, reconocida voz del mundo del rock, cayó como un golpe para muchos de sus colegas rockeros. Algunos de ellos decidieron que la mejor forma de recordarlo era interpretar en el escenario algunas de sus canciones emblemáticas, en especial de su época en Stone Temple Pilots. La banda permanece como un ícono del rock alternativo de los 90´s, y mucho tuvo que ver la extraordinaria voz de Weiland, su calidad para ser el frontman y causar esa conexión con el público mientras cantaba.
Ahora las críticas de que era un imitador de Eddie Vedder (el vocalista de Pearl Jam) seguramente serán vistas desde otra óptica y por fin se le dará a Weiland el mérito que merece como músico.
Tributo a Scott Weiland
Unos de los homenajes provino de Royal Machines, banda liderada por Dave Navarro y compuesta por músicos que integraron bandas como Jane´s Adiction o Velvet Revolver.
Para recordar a Scott, contaron con la presencia de Corey Taylor, el vocalista de Slipknot y Stone Four, quien trajo al escenario Sex Type Thing, canción del primer disco de Stone Temple Pilots (Core).
Hace unos meses Scott Weiland había interpretado con ellos su canción Vasoline.
https://youtu.be/eOqrfl0Wm6k
Otro vocalista emblema de los noventas, Chris Cornell, dedicó unas palabras para Scott Weiland en su concierto en Australia, y luego cantó Say Hello 2 Heaven, que compuso Cornell en 1991 (en su etapa de Temple of Dog, anterior a Soundgarden). La canción dice en una de sus estrofas: New, like a baby/ Lost, like a prayer/ The sky was your playground (nuevo, como un bebé/ perdido, como una oración, el cielo fue tu campo de juegos).
https://youtu.be/MUmDzbl1-Ew
Por su parte, Aaron Lewis, el gran vocalista de Staind y que también tiene una carrera en solitario, interpretó Creep en tributo a Scott Weiland, en un concierto en Indianápolis.
Otra banda que sintió necesario cantarle a Scott fue Halestorm, donde su vocalista Lzzy Hale dio una desgarradora versión de Interstate Love Song.
«No glorifiquen su tragedia»
Esas son las palabras de Mary Forsberg, la ex esposa de Scott en una carta a sus fans. Recordemos que Weiland pasó por muchas adicciones, las cuales no le permitieron llevar la vida familiar que ella hubiese querido, y en la carta a la revista Rolling Stone lo explica:
“El 3 de diciembre de 2015 no es el día en que murió Scott Weiland. Es el día que el público usará oficialmente para llorarlo (…). La efusión de condolencias y plegarias ofrecidas a nuestros hijos, Noah y Lucy, ha sido sobrecogedora, apreciada e incluso consoladora. Pero la verdad es que, como muchos otros chicos, ellos perdieron a su padre hace años. Lo que verdaderamente perdieron el 3 de diciembre fue la esperanza. No queremos minimizar el increíble talento de Scott, su imagen o su habilidad para encender cada escenario con brillante electricidad (…) La música está aquí para quedarse. Pero en cierto punto, alguien debe dar un paso al frente y decir que sí, que esto va a volver a suceder, porque como sociedad casi que lo apoyamos. (…) Noah y Lucy nunca buscaron la perfección en su padre. Simplemente siguieron esperando un pequeño esfuerzo (…). Nuestras esperanzas por Scott han muerto, pero todavía hay esperanzas para otros. Elijamos hacer que esta sea la primera vez en que no glorificamos su tragedia con palabrerío sobre el rock and roll y los demonios que, de paso, no tienen por qué venir con la música. Pasen de largo de la deprimente remera con la inscripción “1967-2015″, usen ese dinero para llevar a sus hijos a una cancha o a comprarles un helado”.
Foto portada: Robert Forte