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En China, una de las mayores guarderías del país llamada «Jardín Dorado» (entre Pekín y Tianjin) está aplicando la robótica de manera exitosa, pues tres robots blancos y de silueta curva (es esencial que el robot parezca inofensivo) está ejerciciendo roles de cuidadores o niñeros. Un robot cuidador es Keeko, quien escucha las cosas que le cuentan niños de 4 o 5 años y él las ordena para transformarlo en cuento y ponerle música.
Keeko también baila con los niños, puede realizar cuentas matemáticas y su inteligencia artificial le permite aprender nuevas habilidades con el tiempo, en sus funciones de robot cuidador.
Cabe recordar que China es el líder mundial en la producción robótica, de allí que su popularidad y usos estén en crecimiento constantes. Así como vemos a robots como Keeko en guarderías se los puede ver al cuidado de los ancianos.
Conozcamos para esto a A- Tai, a quien le van mejor los temas de tercera edad como robot-cuidador.
En un asilo de Hangzhou, A-Tai ayuda a los cuidadores y entretiene a más de 1,300 ancianos que viven allí. Es un poco más alto que Keeko y tiene dos antenas azules. Canta ópera tradicional china y puede llamar por teléfono a los parientes de sus amigos ancianos. Además sabe identificarlos y conoce qué pastillas toma y cuándo lo hace cada residente.
En China desde el 2016 se han producido 90.000 nuevos robots (un tercio del total mundial). Hay 49 robots por cada 10.000 trabajadores, aunque es 10 veces menos que Corea del Sur.