¿Qué te inspira a ti? Algo que pudimos ver en Quito durante el evento #InspiraEcuador es que si alguien te emociona mucho, si vives a plenitud lo que rodea o afrontas una situación límite, hay muchas posibilidades de sentir esa luz llamada inspiración que te motivará a vencer cualquier obstáculo.
Por ese motivo Inspira Ecuador en Quito -y próximamente en Guayaquil– es una experiencia recomendable y para contar. La Casa de la Música sintió el poder de las historias a cargo de cuatro personas auténticas, personas que en cada palabra nos hicieron sentir que pudimos haber estado allí y cuyas extraordinarias resoluciones les cambiaron la vida. Y lo mejor de todo, que a partir de entonces creyeron que todo es posible y desean que nosotros lo experimentemos a diario. Y nos convencen y queremos vivir al máximo.
Mario Sepúlveda, Millán Ludeña, Carla Pérez y Aron Ralston tiene mucho que transmitir. Y en ese orden de intervención fueron creando la atmósfera que los asistentes deseaban.
Sepúlveda es conocido como uno de los 33 mineros chilenos atrapados en la Mina de San José a 720 metros bajo tierra en el 2010. Estuvieron así 69 días. Super Mario, como le dicen, quería sobrevivir y no iba a dejar que sus compañeros sucumban ante el encierro. Junto a otros líderes mineros lograron conformar un gran trabajo en equipo y hallar el modo de resistir.
Narró su experiencia con el carisma que lo acostumbra y nos recordó los valores de la lealtad y la sinceridad.
Es muy importante respetar a los compañeros que trabajan con uno, los jóvenes fueron nuestro apoyo.
Mario Sepúlveda
Luego siguió Millán Ludeña, quien tuvo un encuentro muy emotivo con los asistentes. Incluso sacó lágrimas a los asistentes.
Él es ultramaratonista. Si se preguntan el porqué de ese término, pues solo imaginen que corren una maratón en el punto más profundo de la Tierra y una vez culminada te trasladas a otro lado del mundo rumbo al lugar más cercano al sol. En Ecuador tienen la fortuna de qu ese punto queda en el volcán Cotopaxi. La forma como se conecta esa travesía está plasmada en la película From Core To Sun (Del núcleo al sol) dirigida por Oliver Garland y producida por Levector (uno de los organizadores del evento). Cinta que fue emitida en exclusiva para los asistentes al evento al final de la noche. Lo propio sucederá en Guayaquil, y ha obtenido muy buenas críticas. Uno pensaría que tras horas de conferencias, resultaría muy cansado ver las hazañas de Millán en la pantalla grande, pero al contrario, te mantiene en vilo y además te revitaliza, de allí que en el foro que hubo todos estaban muy entusiastas.
No podía ser de otra forma, ya antes había presenciado la grandeza de Carla Pérez, una mujer cuya persistencia para cumplir su sueño de coronar el Everest sin tanque de oxígeno le llevó grandes esfuerzos y sacrificios, pero ella nos cuenta de forma fascinante la clave para conseguirlo.
Carla realmente hace notar cuánto ama lo que hace y recibió muchas muestras de afecto. Y en Guayaquil se podrá volver a vivirlo.
Uno de los más esperados y entrevistados fue Aron Ralston, cuya fama se la debe a una película, 127 horas, que narra aquellos días vitales donde debió cortarse el brazo para sobrevivir, tras quedar atrapado por una roca en un barranco en Utah, incomunicado y sin mayores herramientas. Si escuchas su historia te puedes dar cuenta de muchas situaciones que están obstaculizando tu diario vivir. Y estás listo para tomar una decisión. La magia de Aron es que lo cuenta todo con la sencillez que lo caracteriza y la barrera del idioma no es obstáculo para contagiarse de su positivismo.
Aron no estará en Inspira Ecuador de Guayaquil en el Teatro Sánchez Aguilar el jueves 17 de mayo, pero su relevo será alguien que levanta similares expectativas, Tim Don. Dicho británico considerado el mejor Ironman de la historia recientemente corrió la maratón de Boston rompiendo su propia marca personal. Quizá eso no te impresione tanto, hasta que te enteras que seis meses atrás sus cervicales estaban rotas tras ser atropellado por un camión mientras entrenaba en bicicleta. Para volver a las competencias (cuando algunos incluso creían que no podría caminar) pidió un tratamiento muy fuerte, donde seria clavado a su cráneo un halo de acero para estabilizar las vértebras. Increíble, ¿no?
Al final de la noche hubo un after y se sintió una gran energía en el ambiente, que hace sonar que dentro de cada asistente, mientras marchaban al hogar, se regalaban el compromiso de inspirarse e inspirar a los demás desde hoy.