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Hay empresas que sostienen que para tener más productividad laboral es mejor trabajar menos horas. En julio pasado, en la ciudad de Gotemburgo (Suecia) decidieron adoptar una medida temporal -por un año- de reducción de horario para ciertos funcionarios públicos. La medida era parte de un experimento que pretendía que los empleados tuvieran una mayor productividad en el trabajo y lograran los mismos objetivos, pero laborando menos horas.
Mientras llegan los resultados de ese estudio sueco, las investigaciones actuales tienen resultados contractorios. Una investigación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), publicada en la revista The Economist, concluyó que cuanto más trabajaban las personas, más disminuía la productividad. Mientras que una realizada en Corea del Sur, publicada en 2013 por la revista Journal of Happiness Studies, encontró que los empleados valoran los días laborales cortos solo en la teoría.
En resumen, algunas empresas encontraron que reducir las horas de trabajo generaba más productividad laboral, mientras que en otras no resultaba. ¿Por qué pasa esto?
No todos los trabajos se benefician de tener jornadas cortas porque cuando el tiempo se reduce el estrés puede aumentar para tareas que involucran, por ejemplo, la creatividad. William Yoast autora del libro Tweak It: Make What Matters to You Happen Every Day explica que las empresas tienen que pensar en el cambio del horario de oficina como una guía que pueda ser adaptada para satisfacer las necesidades de los empleados y los negocios. Si te toma como una norma rígida el modelo no resultará exitoso.
Mientras se esperan resultados más concretos, busca el modelo que mejor se ajuste a tu empresa, el bienestar de tus empleados y genere más productividad laboral.
FUENTE: BBC | FOTOS: PIXAY