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Hermana,
Si te ha llegado este correo es porque probablemente esté muerta. Quiero decirte que te amé y te sigo amando. Y que me perdones por dejarte la tarea de organizar mi muerte digital en este momento. Aquí te voy a dejar las instrucciones para que manejes todas mis cuentas en internet.
Estas puede que sean las primeras líneas de un largo y extenso testamento para manejar una herencia digital que alguien ha dejado después de su muerte. Y es que lo único cierto en la vida, es la muerte. Suena trágico, pero es una realidad. Pasamos por este mundo, unos más tiempo que otros, haciendo, sintiendo, pensando y decidiendo. Sin embargo, estamos también presentes en una vida digital. Sí, esta misma que estás leyendo ahora: blogs, redes sociales, páginas web, compras online… ¿Qué pasará con tu patrimonio digital cuando dejes este mundo?
Tal vez ya lo has pensado, y si no, aquí te vamos a hablar un poco de ello. Organizar tu muerte digital parece algo que no debas hacer, pero si tienes muchos activos digitales: cuentas en servicios de correo, redes sociales, compras, páginas, entre otros, es mejor dejárselo fácil a tu familia y amigos. ¡Y a ti también! No tienes idea lo que podría pasar con tus cuentas si las dejas a la deriva: hackeos, robos, trolls. Todo eso.
Guía rápida para organizar tu muerte digital
Usamos internet como una extensión de nuestra vida personal y profesional, y esta también puede ser afectada cuando nos vayamos. Habrá quienes recurran a tu vida digital para ver tus fotos y videos de Facebook o Instagram, reírse un poco con tu timeline de Twitter, darle play a tus videos de Youtube.
Aparte de las redes sociales, probablemente tengas una o más cuentas de correos asociadas a la páginas de compras online, un dominio web, cuentas bancarias, entre otros servicios que pueden peligrar en malas manos.
Francia ha pensado respecto a esta vida digital y aprobó la ley para una República Digital que cubriría algunos vacíos legales sobre los derechos digitales que tenemos. Uno de estos es el «derecho a la muerte digital», que permite “organizar, en vida, las condiciones de conservación y de comunicación de sus datos personales después de fallecer”.
Así, cada usuario podrá asignar a una persona (familiar o no) para que se encargue de gestionar su herencia digital. En caso de que quien fallezca no haya elegido a quien administre su patrimonio virtual, son los familiares más directos quienes pueden decidir qué hacer con los contenidos de las redes sociales y otras plataformas virtuales.
Pero, para hacer la muerte digital más fácil, te vamos a dar unos pasos a seguir:
1. ¿A quién elegir?
Claro, lo primero es que sea alguien de tu confianza, pero también que tenga experiencia con cuentas en línea y que entienda las instrucciones que vayas a dar. Además, debe esta persona tener un buen juicio sobre asuntos que tal vez no hayas previsto.
Existen también servicios que te ayudan a gestionar tu patrimonio digital después de la muerte, de los cuales hablaremos más tarde.
2. Dar órdenes y organizar documentos
Haz una lista: Haz un inventario de tu vida digital incluyendo las cuentas de correo, redes sociales, blogs, juegos, apps, archivos almacenados en la nube. Registra el nombre del sitio y URL (dirección web), tu nombre de usuario y contraseña. Anota lo que quieres que se haga con cada cuenta y cualquier otro dato que se te ocurra.
Mantén este inventario en un lugar seguro, puede ser físico o digital, pero de preferencia que sea un archivo offline. Ya que si alguien llega a acceder a tu lista sin tu permiso, podría irte mal. Además, ten en cuenta que no debes adjuntar tu inventario a tu testamento, ya que se convertirá en un documento público después de tu muerte.
Mantén tu información organizada: Fotos, videos, documentos, etc. Quieras guardar esta data en un dispositivo (compu, tablet, smartphone) o en la nube, lo mejor es dejarla organizada en carpetas. Si tienes archivos que deseas borrar o enviar a alguien en concreto, almacénalos y etiquétalos de forma clara para cualquiera acceda a ellos.
Algo que debes tener en cuenta es que si tienes tu data en un dispositivo y este tiene clave, debes asegurarte dejarle esa contraseña a alguien.
3. Cuentas
Correos electrónicos: Son la puerta para muchas otras cuentas que tengas en internet. Existen servicios que te ayudarán a otorgar el acceso a tu correo a otros. Aunque también podrías optar por dejar por escrito estos accesos en un testamento o en un documento digital offline al que solo tenga acceso quien designes. ¿Por qué offline? Imagina que dejes en línea tu acceso al correo y caiga en malas manos.
Otras cuentas: Como redes sociales, juegos, apps… podrán ser organizadas, cerradas, usadas con los accesos al correo. Pero si eso no funciona, la lista que realizaste en el paso anterior será de gran utilidad.
Páginas webs y dominios: Respecto a páginas web o dominios que tengas bajo tu cargo y por los que tengas que pagar valores cada tanto, probablemente expiren con el tiempo, después que tus familiares hayan cancelado la cuenta bancaria o tarjeta de crédito que hayas registrado. Pero si quisieras que tu web siga al aire (sea corporativa o personal), probablemente debas asesorarte con un experto en leyes o ver las opciones que tu proveedor te permita. Además, dejar instrucciones de cómo quisieras que sea mantenida.
¿Qué hacer con mi vida digital después de la muerte?
Cada tres minutos se muere un usuario de Facebook. Cada usuario de esta red social comparte 415 contenidos (fotos, videos, estatus, links, etc) anuales; en Twitter se generan, por persona, unos 15.800 tuits a lo largo de su vida. ¿Qué va a pasar con estas interacciones de nuestra vida digital?
Algunas plataformas ya tienen la opción de organizar tu muerte digital, mira cuáles son:
En el administrador de tu cuenta Google puedes disponer que tus datos sean borrados definitivamente luego de tres, seis, nueve o 12 meses de inactividad. También es posible designar a hasta 10 personas de confianza para que puedan descargar todos los contenidos en tus cuentas Google. Esto incluye Gmail, YouTube, Picasa, Drive, Google+, entre otras. Así, quien designes tendrá la opción de descargar archivos, contactos, videos, imágenes, correos, etc. Si tienes más preguntas, ingresa aquí.
Yahoo
Otras empresas como Yahoo optan por mantener siempre la confidencialidad de las cuentas de correo. Es decir que si un usuario fallece y no ha revelado su contraseña a nadie más, su cuenta quedará inactiva. Solo en caso de recibir una orden judicial, la empresa entregará la información dentro del buzón a terceros. Esto, ya que podría esclarecer causas de la muerte, reclamar seguros o investigar sus propiedades.
Probablemente ya conozcas la opción de las páginas “memoriales” de Facebook. Si llegas a morir, tus amigos y familiares pueden llenar un formulario para reportar tu muerte física y seguir con tu vida digital en esta red social, haciendo que tu muro quede abierto. Debes saber que la red social se compromete a no dar el acceso a tu usuario (inicio de sesión) a nadie, pero sí podrías tener un contacto delegado para que administre ciertos aspectos de tu perfil. Encuentra los detalles aquí.
Twitter afirma que podría trabajar con una persona a cargo de la herencia digital o con un miembro verificado de la familia inmediata del difunto para desactivar la cuenta de la persona fallecida. Para solicitar la eliminación de la cuenta de un usuario fallecido, debes entrar aquí. Después de enviar la solicitud, te llegará un correo con instrucciones para proporcionar más información.
Twitter también ofrece el servicio de eliminación de imágenes de las personas fallecidas, si es que estas no tienen un valor informativo. Entérate de más aquí.
Otras redes
La red social Tuenti tiene una política simple, aunque un tanto drástica: en el momento en que un familiar acredita el fallecimiento de una persona se elimina la cuenta con todo su contenido. Lo mismo hace LinkedIn. Sin embargo, las cuentas de Pinterest nunca desaparecen.
Otras herramientas para organizar tu muerte digital
Para administrar tu herencia digital existen varias plataformas con sus propios mecanismos para organizar tu muerte digital. Aquí te damos una lista.
Mi Legado Digital: La aplicación que te permite no solo organizar tu herencia digital con un testamento vital y asesoramiento legal y familiar, sino que te permite cuidar de tu reputación online.
PassWord Box: Antes llamado Legacy Locker, es un administrador de cuentas y contraseñas para su uso antes o después de tu muerte.
YouDeparted: Te sirve para guardar información y liberar instrucciones después de tu muerte. Tiene costo.
Dead Man’s Switch: Es un servicio de correo electrónico póstumo, donde el usuario puede escribir correos que serán enviados después de su muerte.
Secure Safe: Es almacenamiento en la nube de documentos, contraseñas y demás, que además tiene la opción de herencia digital si algo malo llega a pasarte.
E-Z Safe: Ofrece servicios parecidos a Secure Safe, pero además puedes dejar instrucciones por escrito a ser enviadas por correo. Además, si lo dejas configurado, podrás enviar un SMS o post en Twitter después de tu fallecimiento.
Asset Lock: Es una «caja fuerte digital» enfocada en guardar información sobre finanzas, planificación patrimonial, pólizas de seguro, contraseñas de cuentas, correo electrónico y tu última voluntad. Esta será liberada a quien designes.
Tell Me Bye: Es un servicio para liberar información y últimas voluntades a quien escojas después de 48 horas de tu muerte. Lo interesante de este servicio es que te permite crear muros memoriales, como este de David Bowie.
Voluntad digital: Tienen diferentes servicios, pero también el relacionado al legado digital, que ayuda a gestionar la identidad digital de un ser querido que ha fallecido y también a decidir e incluir en tus últimas voluntades qué quieres que ocurra con tu herencia digital después de tu muerte.
Seguro hay más servicios que administran tu herencia digital, pero estos son los más reconocidos en la web. No te aturdas por toda esta información porque aún tienes vida para organizar tu muerte digital.
Fuentes: Protestante digital, La Vanguardia, BBC Mundo, ToolBox.