Los cientos de miles de refugiados de Siria que se han movilizado a Europa no la han tenido nada sencillo. Por fortuna en Austria y Alemania la gente los ha recibido como quien recibe a un ser querido; y esa forma de ser, si somos seres humanos, nos gusta.
Es que la guerra civil en Siria desde el 2011 ha hecho que sea más que difícil -desesperante- vivir allá. Y finalmente, ha obligado a los sirios a tomar otros rumbos. Líbano, Jordania, Turquía e Irak han refugiado a millones de sirios y ahora es el turno de Europa.
Por eso preferimos mostrarte algunas imágenes que nos replantean nuestras actitudes con los refugiados de Siria, o los de cualquier refugiado que alguna vez requiera nuestra ayuda como sociedad.
Clubes de fútbol como St. Pauli han dado un mensaje claro de apoyo, asimismo el Bayer de Munich donó un millón de dólares y como gesto, sus jugadores entrarán a la cancha de la mano de un niño sirio en su próximo partido.
«Dilo fuerte, dilo claro. Los refugiados son bienvenidos aquí».
«No culpes a los refugiados de Siria por buscar una vida mejor»
La activista y actriz Angelina Jolie estuvo hace unos años compartiendo con niños sirios, como parte de su labor de Embajadora de Buena Voluntad de la ONU. Viendo la situación actual publicó, junto a la Baronesa Arminka Helic, una carta a The Times. A continuación un extracto de la misma:
Nunca antes en la historia reciente había existido una necesidad de liderazgo para encauzar las causas y consecuencias de la crisis global que vivimos respecto a los refugiados. La población siria está huyendo de bombas de barril, armas químicas, violaciones y masacres. No debería recibirse como sorpresa que toda esa gente haya tomado el asunto con sus propias manos.
¿Cuántos de nosotros podríamos decir, honestamente, que no haríamos lo mismo confrontados por el miedo, la falta de esperanza y la ausencia de una intención política real por solucionar el conflicto?
Ya sea en Europa o en cualquier lugar del mundo, los refugiados de Siria se merecen nuestra compasión. Necesitamos construir esta idea y convertirla en punto de inflexión para no considerar esto como la crisis de refugiados de Siria, sino como una crisis global.
Por mucho que demos la bienvenida a los refugiados en nuestros países, el problema seguirá creciendo mientras el conflicto sirio continúe (…). La forma en la que actuemos ahora confirmará el tipo de naciones que somos, la profundidad de nuestra humanidad y la fortaleza de nuestras democracias.