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En los últimos años se ha hablado mucho del papel que las mujeres vikingas desempeñaron en su sociedad. En muchos casos resulta difícil separar el mito de la realidad, pero se sabe que las escandinavas disfrutaron de más libertad y poder en sus comunidades que muchas otras mujeres de su tiempo. Investigaciones recientes hablan de papeles muchos más activos de lo que pudimos imaginar antes.
Mujeres vikingas: ¿guerreras y famosas?
Técnicam ente, las mujeres ni siquiera podían ser vikingos. Así lo ha señalado Judith Jesch, autora de Women in the Viking Age (1991), puesto que «vikingar» sólo se aplicaba a los hombres, generalmente a aquellos hombres que viajaban en sus famosos barcos largos y navegaban a lejanos lugares como Gran Bretaña, Rusia, las islas del Atlántico Norte y América del Norte (800-1100 dC).
Los vikingos tienen una gran fama como guerreros feroces y brutales invasores, aunque también lograron ser ávidos comerciantes que crearon rutas en todo el mundo. Fundaron pueblos, ciudades e impactaron las lenguas y culturas con las que tuvieron contacto. Las investigaciones solían comentar que ellos viajaban solos en sus barcos, pero un estudio señala que las mujeres se habrían unido a sus esposos en estas travesías. Basándose en pruebas de ADN mitocondrial se pudo demostrar que hubo mujeres entre las migraciones de la Edad Vikinga a Inglaterra, las islas Shetland y Orkney e Islandia.
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Las mujeres vikingas eran «agentes importantes en los procesos de migración y asimilación». Especialmente en áreas previamente deshabitadas como Islandia, donde las mujeres nórdicas eran vitales para poblar los nuevos asentamientos y ayudarlos a prosperar aunque como en muchas otras civilizaciones tradicionales la vikinga también estaba dominada por los hombres.
Ser mujer en la Era Vikinga
Sin importar cuanto nos guste pensar que las mujeres vikingas eran guerreras, famosas, sanguinarias…La evidencia muestra que la mayoría ejercía roles tradicionales de género. En la mayoría de los entierros vikingos, encontrados por los arqueólogos, se puede ver que los hombres fueron enterrados con sus armas y herramientas, mientras que las mujeres están rodeadas de artículos del hogar, costura y joyería. Sin embargo, las vikingas gozaban de un grado inusual de libertad comparadas con sus pares de otras culturas de ese tiempo. Ellas podían poseer una propiedad, solicitar un divorcio y reclamar sus dotes si sus matrimonios terminaban.
Las mujeres tendían a casarse entre los 12 y los 15 años en matrimonios acordados por sus familias, pero ellas usualmente podían opinar sobre dicho acuerdo. Además, su contrato de matrimonio normalmente indicaba cómo se dividiría la propiedad familiar en caso de divorcio.
Las mujeres nórdicas tenían plena autoridad en el ámbito doméstico, especialmente cuando sus maridos estaban ausentes. Y en el caso de quedar viudas, adoptaban el rol dominante como «gobernantes» del hogar manejando la granja o comercio familiar. Muchas mujeres fueron enterradas con anillos de llaves, que simbolizaban sus papeles y poder como encargadas del hogar.
Algunas mujeres alcanzaron un estatus particularmente alto. La «reina» de Oseberg, por ejemplo, fue enterrada en un barco suntuosamente decorado junto con muchos valiosos objetos en 834. En el siglo IX, Minded, la hija de un jefe noruego en las Hébridas (islas del norte de Escocia) se casó con un rey vikingo con sede en Dublín. Cuando su marido y su hijo murieron, Aud desarraigó a su familia y organizó un viaje por barco para ella y sus nietos a Islandia, donde se convirtió en una de las residentes más importantes de la colonia.
¿Guerreras después de todo?
Hay pocos registros históricos que mencionan el papel de las mujeres en la guerra vikinga. El historiador Johannes Skylitzes registró que hubo mujeres luchando con los vikingos varangianos en una batalla contra los búlgaros en 971 dC. Además, el historiador danés Saxo Grammaticus del siglo XII escribió que las comunidades de «escuderos» se vestían como hombres y se dedicaban al aprendizaje de la espada y otras habilidades bélicas, y que unos 300 de estos escuderos tenían el campo en la batalla de Brávellir a mediados del siglo VIII. En su famosa obra Gesta Danorum, Saxo escribió sobre una protectora llamada Lagertha, que luchó junto al famoso Vikingo Ragnar Lothbrok en una batalla contra los suecos, y tan impresionado Ragnar con su coraje que buscó y ganó su mano en el matrimonio.
La mayor parte de lo que sabemos acerca de las mujeres guerreras en la Edad Vikinga proviene de obras literarias, incluyendo las sagas románticas que Saxo llamó como algunas de sus fuentes. Las guerreras femeninas conocidas como «Valkyries», que pueden haber estado basadas en shieldmaidens, son ciertamente una parte importante de la literatura vieja de los nórdises. Dada la prevalencia de estas leyendas, junto con los mayores derechos, estatus y poder que disfrutaban, ciertamente parece probable que las mujeres de la sociedad vikinga tomaran armas ocasionalmente y lucharan, especialmente cuando alguien las amenazaba, sus familias o sus propiedades.
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