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Cambiar el modelo de negocio, porque los tiempos cambian y los intereses de las personas y las plataformas que usan también, esa fue la consigna del -hasta ahora- exitoso Netflix. Por eso uno de sus antiguos ejecutivos siente el impulso de tomar un nuevo reto. Su nombre es Mitch Lowe y ahora quiere revolucionar el negocio del cine y nos quiere vender Moviepass, que nos daría la opción de asistir hasta treinta funciones de películas por mes -una al día- por tan solo $9.95 (no incluye las películas en 3D ni Imax).
Para los espectadores y cinéfilos suena bien, ¿no? Te dan ganas de ir al cine todos los días, claro esa es la idea. De hecho, no es de Lowe la idea, porque Moviepass ya existe hace seis años, pero ahora lo han convocado como su nuevo director ejecutivo, debido al éxito que obtuvo en negocios aparentemente utópicos como Netflix (que empezó como sitio de alquiler de películas) o sino RedBox, una empresa de alquiler de películas que puso de cabeza a Blockbuster ofreciendo kioskos de autoservicio, donde se conseguía alquilar películas por alrededor de un dólar y se las podía devolver en cualquier kiosko. Funcionó por una década, y cuando cerraron en el 2012, ganaban US$1.500 millones en ingresos, y ayudaron a sepultar el caduco sistema alquiler de películas, cuya mejor defensa era quejarse de la piratería y de los sitios como Netflix o RedBox, en lugar de analizar el comportamiento de los nuevos consumidores del siglo XXI, y qué los motiva.
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¿Pero qué sucederá con Moviepass? ¿Podrá trasladarse esa idea a Latinoamérica? En EE.UU. la tarjeta moviepass te permite ir a más de 4.000 teatros y cerca de 36.000 pantallas de cine en todo el país. Y aunque recientemente la cadena AMC Theatres está presentando una demanda y viendo como abogados como impedir que Moviepass utilice sus instalaciones. Cabe la pregunta, ¿no será un nuevo caso Blockbuster, que por no unirse a los cambios, se quedará de lado? Moviepass planea poner acciones en la bolsa y que los inversores decidan los pasos a seguir para la expansión internacional.
Pero Mitch Lowe tiene un buen concepto del público latinoamericano, según comenta en una entrevista para diario La Nación, donde coloca a América Latina entre las prioridades en la siguiente etapa -a partir del 2018-, pues comenta que «tiene una de las comunidades cinematográficas más fuertes del mundo, su gente ama en verdad ver películas».
¿Es un modelo de negocio a pérdida?
En el corto plazo sí. Por eso suena a una locura tanto entusiasmo, pues esto funciona así. Moviepass pone a disposición de sus suscriptores la tarjeta (que es una versión de una tarjeta de débito, por tanto los cines no la pueden rechazar). Con dicha tarjeta los suscriptores pueden hacer una reservación de compra en línea y asistir a los cines que deseen, pues cubre hasta el 90% de cines, según Lowe. La compra real de entrada solo se activa cuando el usuario recibe su tiquete en la taquilla.
El asunto es que la empresa compra el ticket a precio normal (que en EE.UU. tiene un costo promedio de $8,99 y $5 en ciudades pequeñas), por tanto si un suscriptor va a dos películas por mes, ya está generando pérdidas. Hasta ahí el negocio no cuadra en absoluto. Pero ellos lo tienen claro.
Por el momento Moviepass tiene alrededor de 300.000 suscriptores – 150.000 de los cuales se produjo en los dos días siguientes a la caída de los precios a US$9,95, cuando era de US$50-. Ellos consideran que el número de suscriptores subiría 2.5 millones en el próximo año. Así que, haciendo números simples, el déficit seguirá creciendo, a menos que logren acuerdos con los teatros, para conseguir mejores precios (lo cual no suena tan ventajoso para los cines, a primera vista).
De allí que Lowe plantea dos escenarios: la frecuencia de uso y los beneficios colaterales a ir al cine. Es que por lo general las personas cuando tienen esta clase de beneficios al principio los usan con frecuencia, pero luego los hacen periódicamente y casi ni las usan, pues aprenden a ser selectivos (eso recuerda a cuándo quieres ver todo en Netflix, y en la práctica escoges muy bien con cuáles series desvelarte).
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Sin embargo, aquí el tema es hacer ver a las cadenas de cines que un público como el millenial ha dejado de ir en un 20% al cine en los últimos años, porque se han volcado hacia el cable (y su fabricación permanente de series de culto) o el streaming on demand de Netflix, Hulu, etc.
Entonces el hecho de volver a llevar a la gente hacia la pantalla grande y el sonido envolvente masivo (entre otras ventajas de las salas de proyección) no tiene que ver tanto con la venta de entradas, sino con adquisición de insumos (venta de canguil, gaseosa, etc) que producen incluso más ingresos de la taquilla (y de las cuales Moviepass anhelaría llegar a un acuerdo para compartir esos ingresos). De allí que Lowe considera que AMC no debería preocuparse tanto por ellos, sino más bien estar entusiasmados por dicha estrategia donde, en teoría, todos ganarían.
En serio, ¿cómo gana Moviepass?
Hasta ahora todo es aun un terreno de suposición optimista e idealismo, lo cual sigue llevando a la pregunta: ¿Cómo gana Moviepass en este negocio? Pues si no gana, obviamente no tendrá continuidad. Los inversores lo salvan en esta etapa inicial.
Su principal inversor es una empresa de Big Data: Helios and Matheson Analytics. Es decir, una empresa que se beneficia de los modelos actuales de negocios, ya que al acceder a información concedida por los usuarios, referente a sus intereses, horarios que prefieren, estilo de películas a las que asisten, etc, pueden revender esa información. Y Moviepass, asimismo, podría hacer como Netflix, que de plataforma para acceder a contenidos se transformó en productora de contenidos. Y principalmente los genera de acuerdo a los gustos de la gente, información que tienen de primera mano. De allí que Netflix ya no solo tiene series exitosas multipremiadas, ahora incluso tuvo posibilidades de llevarse la Palma de Oro de Cannes, con dos películas que jamás han sido exhibidas en salas de cine.
Otros inversores han sido True Ventures, AOL Ventures, NALA Investment, WME y el ex jefe de privacidad de Facebook, Chris Kelly.
Hay quienes consideran que esa es otra posibilidad de negocio para Moviepass. ¿Será el modo que permita vivir a las salas de cine con buena salud durante mucho tiempo? Es un sueño sin fundamento… ¿O Mitch Lowe sigue estando presente y vital en el momento preciso de los negocios?