Compartir
Alrededor de 8.000 personas llegan cada 35 días -en distintas épocas del año- a Gunung Kemukus, una montaña de Indonesia para cumplir con un ritual muy particular e íntimo que desemboca en tener sexo con alguien completamente desconocido por dicha persona.
No en vano llaman al lugar la Montaña del Sexo. Lo curioso es que el rito no está llevado en principio por la lujuria, ni es un club de swingers asiático, nada por el estilo. El motivo es buscar la prosperidad en sus negocios.
Todo empezó con una leyenda
¿Por qué el sexo en Gunung Kemukus me podría traer fortuna? Resulta que un día del siglo XVI, un joven príncipe, llamado Pangeran Samodro huyó con la reina Nyai Ontrowulan (su madrastra) y se escondieron en Gunung Kemunus. Allí fueron sorprendidos en medio del coito y fueron asesinados y enterrados en la cima de la montaña. Y por alguna razón, se popularizó la creencia que los peregrinos que cometan adulterio en ese lugar será bendecidos con buena fortuna.
Aunque hay quienes creen que es una tradición islámica, ciertamente está algo lejos de serlo; es más bien una mezcla de ritos de distintas creencias como con influencias islámicas, hindúes, budistas y animismo. A todo esto lo llaman colectivamente como kejaw..
https://youtu.be/URKkYMuTZM8
¿Cómo es el ritual?
Primero hay que hacer oraciones y ofrendas de flores en la tumba de Pangeran Samodro y Ontrowulan. Después los peregrinos deben bañarse en alguna de las quebradas sagradas de la montaña. Y luego, para llenarse de bendiciones y dinero, hay que tener relaciones sexuales con alguien que no sea tu pareja y que no se conozcan.
Es importante que esto ocurra en la fecha del ciclo javanés Wetovan, llamada Juman Pon. Esto ocurre cuando coincide el viernes con Pon, uno de los cinco días del antiguo calendario javanés.Y luego debe llevarse ese ritual siete veces consecutivas, cada 35 días. Si se suspende antes de completar las siete veces, toca volver a empezar.
«Es por eso que el compromiso que la pareja tiene que hacer es significativo: tienen que intercambiar números de teléfono y direcciones, y acordar dónde se van a encontrar la próxima vez».
– Keontjoro Soeparno, psicólogo social de la Universidad Gadjah Mada en Yogyakartax.
Los negocios acechan
Como no podía ser de otra forma, al tener una gran afluencia, mucha gente le ha visto el sentido comercial de la tradición y se puede acceder a muchos puestos de comida donde conseguir té, maní, fideos. Además hay casas que alquilan cuartos y bares karaoke. La prostitución también halló en el lugar un nicho donde prosperar. Estos negocios se vieron beneficiados porque el gobierno creyó conveniente que la gente ya no tenga sexo al aire libre o en los bosques del lugar, como era la costumbre, entonces pusieron chozas de bambú. Al proliferarse los lugares cerrados también se multiplicaron sus usos. También hay una clínica para tratar enfermedades venéreas y repartir preservativos.
También cada vez hay más reportajes sobre este ritual y el hecho de aparecer en cámaras ha causado inconvenientes. Eso le pasó a un antiguo dueño de una casa en el sector, que al aparecer en televisión hablando con una mujer una noche, fue visto por sus familiares y terminó en divorcio». De allí que la discreción suele ser una regla no escrita en Gunung Kemukus.
¿Pero funciona?
Hay testimonios que señalan que una vez que acudieron a la montaña, todo fue mejor en sus negocios. Eso señalaron a la BBC algunos peregrinos. Todos suelen decirle a sus familias que se fueron a rezar o que están haciendo algo para mejorar el negocio.
Pak Slamat luego de leer el Corán, comienza a buscar una amante. Si ve a una mujer que considera apta se acerca a ella: «A mí me importa el corazón, no sólo la apariencia. Primero vez lo que hay afuera, luego lo de adentro. Debido a que lo hacemos por negocios, nuestra motivación interna debe ser la misma», enfatiza.
Mientras que Ibu Winda, de sesenta años, se arregla muy llamativa para encontrarse con su pareja de la montaña con quien se ha visto por más de tres años. «Tengo cuatro hijos y tengo nietos (…) Yo tengo una familia, así que con sólo hablamos por teléfono. Cuando venimos aquí, nos comportamos como marido y mujer. Desde que empecé a venir a estar con él, me ha ido bien en los negocios. ¡Bendito sea Alá!».
¿Harías una peregrinación como la de Gunung Kemukus para buscar prosperidad?
Fuente: BBC