La pasión por los autos se manifiesta de muchas formas. Hay para todos los gustos, hay quienes prefieren los deportivos de lujo, otros los todo terreno, pero si hay un modelo que goza de una simpatía única son los Mini. Una verdadera joya mecánica que ha logrado captar las fascinación de millones de sus propietarios a lo largo del mundo, por más de seis décadas.
Este modelo de auto nacido en 1959 como parte de un proyecto de la empresa British Motor Corporation (BMC) que es la fusión de la Morris y Austin Motor. En su retorno a la empresa, Sir Alexander Issigonis tuvo la misión de crear tres nuevas series destinados a los segmentos pequeño, mediano y de lujo. El primero fue bautizado como Classic Mini y vio la luz en 1959; tres años después llega el Morris 1100 de cuatro puertas, destinado al segmento intermedio; y en 1964, el Austin 1800, que ya es un coche muy espacioso.
Pero definitivamente el Classic Mini se convirtió en un favorito del público británico, que lo ha convertido en uno de sus íconos con el transcurso del tiempo. Además es muy fácil asociarlo con el popular comediante Mr. Bean. Pero nunca crean que es un auto de juguete o de broma. Este pequeño con su versión Mini Cooper ganó el Rally de Montecarlo cuatro veces con Paddy Hopkirk como piloto en los años 60s. Tras décadas de gloria, en el año 2000 se fabricó el último Mini, pues BMW compra la marca y la moderniza lanzando nuevos modelos Mini y Mini Cooper, basados en los originales pero con líneas más modernas.
Recientemente en Guayaquil, Ecuador el Club Monkey, uno de los cientos clubes de autos Mini que hay en el mundo, realizó una exhibición que motivó a dueños de estos autos de todo el país a reunirse y mostrar con orgullo sus automóviles. Se vieron muchos modelos y motores, desde un Austin 1300, Mini Cooper 1000, Austin 1000, Morris Pick Up 1000, Coupe 1000, hasta un Austin 1275 y más modelos entre los más de 70 autos que se dieron cita.
Al día siguiente salieron en caravana hacia la costa del Ecuador, en el pueblo pesquero de San Pablo, donde hay una pista de autos, ideal para hacer correr a los Mini.
«Yo no he inventado el Mini, solo lo diseñé», dijo Sir Alexander Issigonis alguna vez y quizá tiene razón, porque son los fanáticos de estas bellezas quienes les han brindado toda esa mística tan fuerte que tienen.
Y por supuesto un MINI siempre hallará el modo de destacarse en la noche.