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La máscara de la peste tenía forma de pájaro e identificaba a los doctores que hicieron frente a la pandemia más devastadora de la historia. La peste negra o peste bubónica fue una enfermedad que se extendió por toda Europa en la Edad Media. La enfermedad redujo la población del continente de 80 millones a tan sólo 30 millones en un periodo de seis años (entre 1347 y 1353).
La máscara de la peste negra como un símbolo
El origen de una de las máscaras más famosas del mundo se dio durante la Edad Media y el Renacimiento. La peste negra azotaba Europa y miles eran víctimas de ésta cada día. En 1348 se desencadenó en la ciudad de Génova una epidemia de peste. Desde esa ciudad se fue extendiendo al resto del continente.
La siguiente epidemia de peste surgió en Venecia entre 1575 y 1577 y, para combatirla, los médicos del sitio crearon una indumentaria bastante siniestra. Los doctores contaban con dos islas-hospitales para tratar a sus pacientes.
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Al Lazaretto Vechio donde enviaban a los enfermos que presentaban bulbos en la piel, que no eran más que ganglios linfáticos inflamados. Estos se volvían de color negro después de un tiempo -de ahí el nombre de «peste negra»- debido a las hemorragias internas que generaban. Esos nódulos dolorosos podían alcanzar el tamaño de un huevo y, normalmente afectaban a los ganglios de las ingles, el cuello y las axilas.
En el Lazaretto Nuovo se atendía a los sospechosos de padecer la peste. Estas personas presentaban síntomas tempranos de la enfermedad como fuertes dolores de cabeza, vómitos y fiebres muy altas que provocaban la debilidad y abatimiento del paciente que podía llegar a morir.
¿Por qué una máscara para prevenir la peste?
En la epidemia veneciana se produjeron dos cambios en el tratamiento de la enfermedad. No solo se contaba con los hospitales sino que también apareció el magistrato della sanitá, que era el encargado de velar por la salud de los ciudadanos. Este organismo creó listas de los enfermos y fallecidos por la peste. De hecho, fue la primera vez que se realizó una estadística médica para constatar la gravedad.
Por su parte, los médicos desarrollaron trajes especiales para protegerse de la infección. En ese tiempo se pensaba que la enfermedad se contagiaba por vía aérea y que penetraba en el cuerpo por los poros de la piel. Así que los a fin de evitar el contagio los doctores utilizaban guantes de cuero, gafas, sombrero de ala ancha y un enorme abrigo de cuero encerado que llegaba hasta los tobillos. La máscara con forma de pico de ave, y una vara, que se usaba para apartar a aquellos que se acercaban demasiado.
La forma de la máscara tenía varios propósitos. El pico impedía que el doctor se acercase al aliento del infectado. Además, podían rellenar esa zona con plantas aromáticas para mitigar los olores. Ésta incluía ojos de cristal para salvaguardar los globos oculares.
Existía la creencia de que la enfermedad la transmitían los pájaros, por lo que la forma de ave de la máscara hacía que se alejaran del que la llevaba. Lo que ellos no sabían era que los pájaros eran inmunes a la bacteria yersinia pestis causante de la peste. Por eso y a pesar de todas su precauciones los médicos no estaban realmente protegidos al usar su indumentaria.
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