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Colaboración de: Fernanda Carrera
¿Qué tienen en común un barrio patrimonial y la violencia atribuida al machismo? Durante este 18 de marzo comparten espacio geográfico, porque un grupo de ciudadanos ha convertido al sector de La Mariscal, en un espacio de comunicación que reivindica la diversidad y el derecho que todas tenemos a vivir en paz. Un espacio llamado «Marcha de las Putas».
¿Cómo es la Marcha de las Putas en Quito?
La marcha ocupa tres cuadras, formadas por quiteños, esmeraldeños, guayaquileños y extranjeros, cada uno emitiendo un mensaje: alegres en medio de sus reclamos, repiten constantemente una palabra. Una consigna tan sencilla como brutal y cotidiana, recorre la «Marcha de las Putas» que -ya en su sexta edición- se ha convertido en una suerte de tradición quiteña.
A las 17:00 en el arco de El Ejido, al norte de Quito, empieza a llenarse de jóvenes, familias con sus hijos, consignas llenas de indignación y alegría, todas repitiendo una sola posición: quieren que de alguna forma, el machismo termine.
«Contra la violencia, nadie se cansa», repite el colectivo que reunió a familias, grupos feministas y a la comunidad LGBTI.
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Ataviada con una minifalda negra, corset y botas, una mujer transexual abre la marcha. Su cartel dice: «Sí, soy una chica trans, no me partas las bolas con tu machismo». A pocos metros de ella, una chica levanta un cartel que recalca algo obvio, pero que suele ignorarse:
«Los violadores existían antes que la minifalda», señala la pancarta.
«¿Sexo con violencia?», le pregunta una viejecita algo sorda, a un grupo de manifestantes. Ellas sonríen y le explican el significado de su convocatoria, las razones que hoy las convocan: ninguna mujer busca la violencia y ésta no se justifica por la forma de vestir de la víctima o por su orientación sexual.
Las cifras que demuestran las actitudes machistas en Ecuador muestran inequidad salarial, violencia intrafamiliar y reparto desigual de las tareas domésticas. Estas denuncias se toman el barrio patrimonial de La Mariscal, cuyos encantos artísticos presencian una comparsa que recuerda a las manifestaciones que Glauber Rocha recreó en la película El dragón de la maldad contra el santo guerrero (1969).
Y ciertamente, existe algo monstruoso en el asesinato de las mujeres (feminicidio), hechos que alarman al grupo de ciudadanas que marchan con la lluvia encima. La marcha busca denunciar la violencia de género y la cultura que culpa a las víctimas en vez de acusar a los agresores sexuales. Luego, reivindicarán la defensa de sus ideas en un concierto.
Las cifras de violencia contra las mujeres en Ecuador son alarmantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Hasta el 2015, se denunciaban diariamente unos 15 casos de violaciones. También una de cada seis mujeres había sufrido algún tipo de violencia de género:
- Dos de cada cinco habían sufrido violencia física.
- Una de cada cuatro había sido víctima de violencia sexual.
- Una de cada dos había sufrido violencia psicológica.
*Las estadísticas toman en cuenta a las mujeres de 15 años en adelante, si la edad de las víctimas es menor a esta, se reportan los casos en el INEC como «abuso de menores«.
El primer SlutWalk se dio en Canadá en 2011 y pronto se transformó en un movimiento de protesta internacional contra las violaciones y agresiones sexuales de mujeres.
¿Has asistido a una Marcha de las Putas en Ecuador u otra parte del mundo?
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