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Libros digitales vs libros impresos, es un duelo donde muchos amantes de la tecnología tenían un ganador contundente desde hace más de una década. Sin embargo, el libro de papel sigue imperturbable en las librerías.
Dicen que no será por mucho tiempo, pero hasta mientras una investigación del New York Times confirma que las ventas de los libros de papel se han mantenido estables en el 2015, mientras que los libros electrónicos siguen sin superar su tope del 20% del mercado, que llevan por años. Es más, según la Asociación de Editores de EE.UU., las ventas de libros electrónicos cayó en un 10% en los primeros cinco meses del año. ¿Esto es bueno o malo?
1. ¿Qué es un libro digital?
Cuando hablamos de libros electrónicos o digitales, aclaremos que existen e-book y e-reader, los primeros son los libros en sí, en formato digital; mientras los segundos son los dispositivos electrónicos que permiten leer el archivo del e-book, por ejemplo el Kindle, Sony Reader, o App´s que instalas para leer en tablets, iPad, móviles o computadoras. Es allí donde surge la dificultad básica de los libros electrónicos.
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2. Un libro impreso no es un cassette de VHS
Tú agarras el libro de papel y simplemente lo lees. No necesitas más que un poco de iluminación (eléctrica y/o también mental para comprender el texto elegido). En un formato digital dependes de un soporte electrónico. Por eso, relacionar a los libros con la decadencia de los cassetes de música o VHS no hace sentido, es en cierto modo como comparar un concierto de música en vivo, con oir ese mismo concierto en spotify o youtube. Son dos experiencias distintas.
Leer un libro de papel es asistir al concierto en vivo que te da tu escritor.
3. Aroma de libro
Para la escritora Mónica Varea, los formatos digitales «son una opción para quien le guste solo leer, sin sentir un libro, olerlo, palparlo». Así es, la lectura de un libro suele ser algo más que enterarse de qué dice un texto, muchas personas aprecian la experiencia de dejarse llevar por su portada, abrirlo como un juguete, aspirar su aroma como si fuese café o un zapato nuevo.
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4. Comodidad y autonomía
Uno pensaría que usar un e-reader es muy cómodo, pues llevas toda tu biblioteca en la mano, compras desde allí y no es complicado organizarla. Punto para los libros digitales vs libros impresos, pero… según la docente de la Universidad Católica de Guayaquil, Andrea Ocaña, son las pantallas las que no se han optimizado para que la lectura sea más cómoda. «Se supone que el aparato que lo logra es el kindle (Paperwhite o el Voyage), pero está vinculada a Amazon y hay restricciones». Es decir, suele quedar esa sensación de estar atado a un proveedor y que las reglas no las ponga uno, sino el e-reader.
5. «La vista me quema»
Para consultor Alberto Barquet en eso se resume un libro digital y por eso prefiere los de papel, pues la visión se le desgasta; lo cual es compartido por la publicista Valeria Constante, quien trabaja todo el día frente a una compu y al leer en casa, lo que menos quiere es encender una máquina.
6. La distracción
Los formatos digitales están asociados a conectividad y al leer, uno quiere desconectarse, para entrar al mundo del autor, por eso Pamela Velasco, periodista que gusta de experimentar cualquier innovación tecnológica, considera que entre libros digitales vs libros impresos, los primeros no logran imponerse por su entorno distractor. «Tú puedes descargarte la app de Kindle en tu tablet o teléfono… y estos dispositivos siguen albergando otra gran cantidad de aplicaciones con alertas… que suelen interrumpir el placer de leer, a menos que el lector las desactive. Con el libro logro una mayor concentración, incluso si tienes el teléfono a lado, es más sencillo desconectarse».
7. ¿Y quién los firmará?
Uno de los placeres de los libros, es aquella ilusión de hacerlos firmar por su autor. Es un evento esporádico pero de gran valor emocional. Y a menos que los estuches de los e-readers permitan ponerles una portada del libro que estemos leyendo, no veo otra forma de lograr la tinta del autor.
8. De mi puño y letra
La idea de rayar libros para anotaciones me parece abominable y adoro la opción electrónica de escribir apuntes; pero hay una legión a quienes poner su tinta en el papel les permitió estrechar su vínculo con la lectura. Es que anotar ideas y subrayar frases impactantes, como dice Valeria Constante, le da «un feeling, por ejemplo, mi primer Principito está rayado, hecho un desastre, pero significa mucho para mí». Aunque añade que para cosas académicas, hacer notas digitales es muy útil.
9. ¿Algo más?
Quizá esperamos demasiado de las tecnologías y es innegable lo bien que lucen esos libros favoritos en nuestras repisas o en instagram. Mientras que no se anda mostrando con orgullo un vasto archivo de pdf, epub y otros formatos digitales.
Pero también es razonable decir que los libros impresos son un despilfarro de papel y espacio, mientras que los e-readers solo requieren recarga de energía eléctrica y una protección que no deje que la pantalla se ensucie por nuestras huellas digitales. Incluso hay algunos e-readers que incluso son a prueba de agua, por si te lo preguntabas.
Quizá hemos dado muchas razones emocionales, pero en este mundo que nos toca vivir, las emociones aún cuentan.
Y tú, lector virtual de Makía Latinoamérica, entre los libros digitales vs libros impresos, ¿cuáles prefieres?