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Desde hace mucho tiempo se han pautado una serie de lecciones y consejos sobre cómo ‘debemos’ comportarnos en espacios públicos y privados -si no te hicieron leer el Manual de Carreño de pequeñ@, no tuviste infancia-. Estas normas que nos han servido para convivir con otros por miles de años, solemos romperlas cuando estamos solos. ¿O tú no lo haces?
Much@s adoptamos costumbres muy desagradables que nunca le comentamos a nadie; y aunque creamos que la otra persona no tiene ni idea de lo que hacemos en privado, ellas también hacen lo mismo -o cosas peores-.
Por ejemplo, una de las costumbres desagradables que casi todos tenemos es el olernos las axilas y en el caso de que percibamos un mal olor, volvemos a olerlas para verificar ¿Por qué rayos hacemos eso?. A continuación les mostraremos las cosas más asquerosas que realizamos y en qué nivel están.
Hurgarse la nariz: Nivel de asquerosidad 5%
Vemos a alguien hurgándose la nariz y el pensamiento es automático: ¡Qué asco! Es la típica reacción, pero por favor, si algo te tranca la respiración estando sola o solo en tu casa ¿vas a ir por un pañito a sacudirte o te quitas esa molestia con tus dedos? Vamos no se engañen, yo sé la respuesta a esa pregunta y no es tan asqueroso.
Realmente lo repugnante es llegar a comerte lo que acabas de sacar, y en algún momento de nuestras vidas lo hemos hecho, ya sea por curiosidad, por hambre o ¿qué sé yo, por la paz mundial? pero eso no deja de hacerlo asqueroso.
Tienes un 5% si solo la hurgas, pero si te comes el moco… 15%
Oh pero apenas estamos comenzando… hombres esta ronda es para ustedes.
Rascarse ahí… 50%
Siempre en algún momento de nuestras vidas tenemos molestias en alguna parte de la piel y decidimos rascarnos, eso es algo muy humano.
Soportar ese picor no es opción, pues si no lo rascas empeora.
Pero cuando lo que te da comezón, está en tus partes nobles ¿lo rascas? Seguro muchos me dirán en estos momentos “sí, pero no en público”. Sin embargo, lo asqueroso no es tanto esto, sino el hecho de que tenemos la mala costumbre de olernos los dedos después de rascarnos, y más cuando la zona que acabamos de rascar esta húmeda. Suena asqueroso, es asqueroso, pero lo hacemos ¿qué orgullo no?
¡Ver tus necesidades!
Ahora lo fuerte, lo repugnante, lo que no deberíamos hacer y hacemos porque simplemente ya nos acostumbramos.
El ser humano tiene la mala costumbre de ser muy curioso, admítelo, lo somos. Si eso fuese un pecado, seríamos los mayores pecadores, pues es inevitable. Y la máxima evidencia de nuestra curiosidad llega a la hora de ir al baño. ¡Sí! hablo de cuando terminas de hacer tus necesidades y decides ver qué fue lo que hiciste antes de bajar la palanca.
Nivel de asquerosidad si solo ves la toilette 65%, si ves el toilette y el papel 75%
¿Realmente es necesario que debamos hacer algo tan repugnante? los médicos dicen que sí, pues nos ayuda a saber si estamos saludables o no por su color, pero dime tú ¿cuándo esto deja de ser eso asqueroso? Y lo peor no llega aquí, mucho checamos el papel higiénico para ver que limpiamos. Punto en contra de la humanidad.
« Te interesará leer: ¿Qué dicen de tu salud el color de tu orina y heces? »
Oler la ropa sucia: Nivel de asquerosidad 50%
Algunas costumbres son menos repulsivas que otras, sin embargo tampoco es que son del todo agradables. Sin embargo, esta que te nombraré es un poco más pasable, pero no tanto.
Se trata de oler la ropa interior sucia. Lo hacemos y no es nada higiénico, mucho menos cuando dejas una línea del número dos en la parte trasera, pero algunos lo hacen. ¿Asqueroso? ¡Sí!
Pasarle el dedo al plato de comida: Nivel de asquerosidad 3%
La penúltima no es la más fuerte, es más bien una de las menos sucias. Me refiero a pasarle el dedo al plato de comida acabado de comer. Esto no lo hacen todas las personas, sin embargo, se ha vuelto una costumbre y es muy asquerosa a pesar de ser comida. Lo peor es cuando te tocan después de haber hecho esto y no lo disimulan. Muy desagradable.
No lavarte las manos: Nivel de asquerosidad 20%
Y ahora el último, el que todos hacemos en algún momento de nuestras vidas. Aquí no hay escapatoria, negarlo es mentirte a ti mismo. Hablo de no lavarte las manos después de ir al baño. Algo tan completamente necesario no debería ocurrir y sin embargo lo hacemos. Sólo imagínate ir al baño y luego comer sin haberte lavado las manos, simplemente terrible.
Ahora saca tus cálculos y dime qué tan asqueroso puedes ser, el test es personal por lo que no será necesario engañar a nadie, y si lo haces te estás engañando a ti mismo.
El nivel de asquerosidad:
Lograste un 0%: Te engañas a ti mismo, mentirías al decir que no has hecho absolutamente nada de esto.
10%: Es de admirar, tal vez seas el futuro de humanidad civilizada capaz de exterminar a toda la raza cochina. Suerte con eso.
Hasta un 30%: Vaya, alégrate de saber que sigues siendo una persona aseada después de todo.
50%: No te apenes, recuerda que son cosas que hacen muchos.
70%: Felicidades, ya entras al club de la mala costumbre y no, aquí no hay premio.
100%: No es el límite, pero es el límite humano, felicidades, no eres raro.
Más del 100%: Simplemente desagradable, guarda bien tu secreto, no querrás que nadie sepa nunca esto.