Desde que comenzó el 2020, los ciudadanos de todo el mundo no han sentido otra cosa que miedo, estrés y preocupación, y no es para menos. Entre una pandemia que les ha quitado la vida a miles de personas, médicos que han trabajado día a día sin descanso para resguardar la salud de muchos y una cuarentena que ha hecho que los ciudadanos se regocijen en sus hogares poniendo en riesgo su sustento diario, es comprensible que busquemos cobijo en la desesperanza.

Lo cierto es, que estas últimas semanas el mundo ha sido partícipe, gracias a las noticias y redes sociales, de cómo ciudadanos de Europa, por ejemplo, de España e Italia, demuestren que en la unión está la fuerza, y que solo unidos y poniéndole una sonrisa a la crisis, los días y el dolor de tantas pérdidas humanas, puede ser más llevadero. Los balcones de muchas de las ciudades de estos países europeos han sido escenarios de bailes, cantos y hasta películas clásicas que nos ha hecho viajar en el tiempo. También, desde estos balcones se han podido escuchar ovaciones con el fin de reconocer la gran labor que los médicos de España e Italia han sabido llevar a lo largo de estos meses, poniendo en riesgo sus propias vidas.

El pasado miércoles 18 de marzo, en China, que fue el país donde empezó la pandemia, recibieron la gran noticia de que por primera vez desde que empezaran los contagios, específicamente el pasado 19 en diciembre de 2019, en la ciudad de Wuhan, capital de Hubei, registraron un día entero sin ningún paciente que diera positivo con COVID-19, ¡esto es motivo de celebración! Junto a ellos, el mundo entero se llenó de una sensación de esperanza, de saber que sí es posible que nos despertemos un día y la pandemia haya cesado.

Entre otros casos por mencionar, está la ayuda que muchas personas de una u otra manera han facilitado parar tratar de combatir el virus. Desde entregar en las calles kit de insumos con artículos de higiene para los más necesitados, hasta donaciones de comida y medicamentos. También está el caso de muchas personas del espectáculo que han donado grandes cantidades de dinero para asegurarse de que en esta crisis sanitaria los bancos de alimentos tengan los recursos necesarios para atender a las familias más desfavorecidas y así ayudar a los afectados por toda esta crisis que nos arrastrado a todos por igual, sin importar raza, religión o clase social.

En momentos como estos es cuando el ser humano se da cuenta de que mientras haya unión y las cosas se hagan bien, no hay crisis en el mundo que puedan robar la esperanza de que todo puede mejorar.