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Esta semana el comediante inglés de la TV estadounidense, John Oliver, satirizó las sabatinas de Correa y sus reacciones en cuanto a los comentarios que la hacen algunos tuiteros. En el programa Last Week Tonight, con una audiencia de alrededor de un millón de espectadores, Oliver sugirió que el Primer Mandatario era muy sensible a los comentarios de la red y que tal vez éstas no eran el lugar adecuado para él.
La respuesta de Correa no se hizo esperar: «Comediante inglés se burla de Presidente Correa. ¿Si han existido comediantes ingleses? ¿Seguro?»
Comediante inglés se burla de Presidente Correa: http://t.co/S3vabttilc Si han existido comediantes ingleses? Seguro?
— Rafael Correa (@MashiRafael) febrero 10, 2015
Siguiendo esta repuesta irónica del presidente, he decidido seguir con ese tono y hoy los invito a imaginar que los comediantes ingleses sí existen. Aquí quiero comentarles de siete con una amplia fama mundial.
1. Mr. Bean (Rowan Atkinson)
2. Sacha Baron Cohen
3. Monty Python
¿Recuerdas a ‘Los Caballeros de la Mesa Cuadrada’? Si lo haces es porque pudiste ver alguno de los sketches de este grupo de humoristas -a veces llamados los Python- que lograron la fama en las décadas de los 1960’s y 1970’s. Sus integrantes John Cleese, Eric Idle, Terry Jones y Michael Palin son todos comediantes ingleses, mientras que Terry Gilliam es estadounidense. El humorista británico Graham Chapman integró Monty Python hasta su muerte en 1989.
Su serie de televisión ‘Monty Python’s Flying Circus’, que les dio su popularidad, estaba basado en sketches de humor absurdo, pero este producto pronto evolucionó hasta volverse una industria que incluía películas, libros y merchandising. Esto llevó a que muchos los comparasen con los Beatles. En 2009 recibieron un premio BAFTA -concedido por la Academia Británica de Cine y Televisión- honorífico por su contribución al mundo de la comedia.
4. Benny Hill (1924-1992)
Al igual que le pasa a Mr. Bean, este comediante inglés tuvo que resignarse a que nadie lo conociera por su nombre real: Alfred Hawthorn Hill. Antes de estar en la TV trabajó en clubes, teatros y la radio. El programa de televisión que le volvería famoso en 1955, The Benny Hill Show, estuvo al aire durante dos décadas. Sin embargo, raramente es retransmitido porque su contenido ha sido calificado de sexista.
5. Peter Sellers (1925-1980)
Richard Henry Sellers fue un actor y comediante británico que inició su carrera con el grupo cómico The Goon Show en la emisora de radio de la cadena BBC. Se convirtió en estrella local en el Reino Unido de los años 1950 y en la década siguiente alcanzaría la fama mundial posicionándose como uno de los rostros de comedia más populares del cine. A día de hoy es recordado por sus interpretaciones en las películas de La Pantera Rosa.
6. Stan Laurel (1890-1965)
Este comediante inglés, cuyo nombre real es Arthur Stanley Jefferson, se hizo famoso por ser parte del popular dúo cómico ‘El Gordo y el Flaco’ donde actuaba junto al estadounidense Oliver Hardy. Laurel representaba el papel de “El Flaco». Recibió un Óscar honorífico en 1961.
7. Charles Chaplin (1889-1977)
Charles Chaplin es considerado un símbolo de la comedia y del cine mudo a nivel global. El ganador de dos Óscares honoríficos (1928 y 1972) se volvió famoso por su personaje Charlot, que apareció en múltiples películas, y que debutó en 1914 en el film “Ganándose el pan”. Al final de la Primera Guerra Mundial Chaplin se había consagrado como uno de los actores más reconocidos de la cinematografía mundial. Sus películas humorísticas estuvieron siempre cercanas a la crítica social de la época (tal vez porque antes ser famoso fue vendedor ambulante, soplador de vidrio y otros trabajos similares).
En 1940 estrenó “El gran dictador” donde hacía uso del humor político y parodiaba a la Alemania nazi y a la Italia fascista. Su personaje de Adenoid Hynkel, el dictador de Tomainia, era una sátira de Adolf Hitler y poseía un bigote similar. El personaje Benzino Napaloni, dictador de Bacteria, era la versión paródica de Benito Mussolini. Una de las escenas más recordadas de esta película es cuando Chaplin juega en una oficina con una pelota inflable del globo terráqueo.
Y aunque siempre podremos jugar a imaginar que los comediantes ingleses sí existen, debemos recordar que las vidas y biografías de los siete personajes aquí nombrados siempre pueden ser producto de una alucinación colectiva (de alcance global).