Compartir
Después de meterle mucha cabeza al asunto esto es lo que pienso: los hombres son personas que viven en otra realidad, como en una dimensión paralela. Para muchos de ellos nunca pasa nada y no importa cuántas veces le preguntes algo, ellos están en su mundo… Muy lejos de ti. Te dejamos estas cuatro historias que te lo demuestran.
1. No notan cambios físicos en otros
A menos que hayas pesado 200 kilos y ahora solo 70, olvídalo. No notará si subiste o bajaste de peso, peor si te cortaste el cabello o si te pusiste mucho maquillaje.
«Cuando estaba con mi ex novio fuimos a comer cangrejos al ajillo con su familia. Y yo, como nunca, me comí algunos cangrejos. Estaban deliciosos. Al volver a mi casa en un taxi sentí algo extraño en uno de mis ojos. Mi ex novio estaba a mi lado y aproveché para preguntarle si tenía algo en el ojo. Me miró y me dijo que todo estaba perfecto. Cuando llegué a mi casa mi mamá pegó un grito al verme. Mi ojo estaba completamente hinchado. Al parecer era alérgica a los cangrejos y no lo sabía. Y para él, todo estaba normal, mi apariencia normal era con un ojo rojo e hinchado». Estefanía, 26 años.
Pareces Mr. Demartino de Daria, pero para él te ves «como siempre».
2. No están al corriente de los días, ni las horas
Los hombres pueden pasar TODA la mañana jugando FIFA, WOW o Minecraft y seguir jurando que recién se levantaron hace 5 minutos.
«Una vez habíamos planeado una reunión entre ex compañeros del trabajo y llamé a uno de ellos que vive cerca de mi casa para preguntarle si me podía pasar viendo para ir allá. Me dijo que sí y acto seguido dijo que me pasaba a buscar en 3 horas más. Cuando le dije que la reunión era a la 1 y no a las 4 me dijo, ¿pero son las 10 am verdad?». Jimena, 24 años.
¿Qué no son las 10:00? Recién desayuné.
3. Olvidan cosas importantes
No creas que estamos hablando de su aniversario o cumpleaños -que también pasa-, sino de dónde dejan las únicas llaves de la casa, los certificados que tienen que entregar en el trabajo, el pasaporte…
«Mi novio y yo vivíamos en las afueras de la capital. Era una hora de viaje para llegar al banco más cercano y poder cobrar nuestros sueldos, pero cada quincena sin falta hacíamos el recorrido. Yo siempre debía preguntarle si llevaba todo lo necesario para hacer el trámite. Un día en particular, después de que me juró que tenía todo, fuimos al banco caminando porque no teníamos para pagar el bus. Al llegar y después de hacer una fila kilométrica, se dio cuenta de que no llevaba sus documentos de identidad. ¡Tuvimos que caminar a casa y volver a hacer el recorrido al día siguiente!». Irene, 22 años.
«Es que siempre tengo mis documentos en la billetera».
4. No tienen idea de lo que hablas
Los hombres suelen tener una atención selectiva y si comienzas a hablar del drama de tu amiga Juanita con su novio, probablemente parezcan escuchar, pero en realidad están pensando en otra cosa y solo sueltan monosílabos.
«Nuestros mejores amigos habían terminado y se acercaba mi fiesta de cumpleaños. Los había invitado a los dos, pero después de hablar con mi amiga Laura me di cuenta de que sería un desastre que se vieran ahí. Le conté mi dilema a mi novio y después de decir un «no invitaré a Carlos» él asintió en señal de aprobación. El día de la fiesta no solo llegó Carlos sino que vino con su nueva novia. Mi novio solo me soltó un «le dije que viniera porque se te olvidó mandarle los datos de la fiesta». Carmen, 25 años.