Hijos únicos: ¿niños más seguros o consentidos sin remedio?

Los niños que son hijos únicos suelen tener fama de pequeños reyes, pero todo depende. Ser hijo único tiene ventajas y desventajas. ¡Te las contamos!

Los hijos únicos gozaban de mala fama en el pasado. Se decía que eran consentidos, egocéntricos y mezquinos. Con el paso del tiempo la situación se ha revertido, ahora se asegura que son niños más seguros de sí mismos y con madera de líderes.

El hecho de ser hijo único no es un elemento que define por sí solo el futuro de un niño. Los hijos únicos tienen ventajas y desventajas frente a sus pares con hermanos.

Las investigaciones recientes llegan a asegurar que un niño que es hijo único posee más cualidades que defectos. Los niños que crecen sin hermanos evolucionan según su entorno y la forma en que son educados son las que lo pueden llevar a  experimentar problemas propios de la niñez como la dependencia de los padres, el consentimiento, la sobreprotección, introversión, entre otros.

Hijos únicos: ventajas y desventajas

Ventajas:

  • Tener un solo hijo supone menos gastos y preocupaciones a la familia.
  • Se da una mejor posibilidad de cuidar al hijo, de darle más oportunidades y facilidades en la vida, lo que se traduce en mayores probabilidades de éxito.
  • El niño vive con una carga menor de ansiedad pues no tiene que disputar el espacio ni la atención de sus padres.
  • Suelen ser niños seguros, con buena autoestima e inteligentes; ya que el trato con adultos favorece el desarrollo verbal y cognitivo. Habitualmente, se destacan como los líderes del grupo.
  • El jugar solos, sin hermanos, los vuelve más creativos, les potencia la imaginación y la fantasía.

Desventajas:

  • El niño que crece solo tiende a tardarse en aprender a compartir y son impacientes porque todo en casa le pertenece y están acostumbrados a ser el centro de atención.
  • Suele ser el blanco de todas las expectativas y las exigencias familiares.
  • Cuando sufra los miedos y equivocaciones de sus padres no tendrá con quien compartirlas.
  • Tienen baja tolerancia a la frustración debido a la sobreprotección de los padres.
  • Una excesiva protección de los padres hacia el hijo, puede provocar que el niño no sepa medir sus propios límites o tomar decisiones sin la aprobación continua de sus padres.

Las características positivas o negativas de los niños se fomentan por medio de la educación que reciben. Los padres deben recordar que es tentador mimar a sus hijos -únicos o no-, pero que deben evitar los excesos. Ellos deben buscar que sus hijos tengan una integración en la sociedad que sea lo más natural posible.

Los niños deben compartir tiempo y juegos con otros pequeños para que se diviertan, compitan, peleen y discutan. Todo esto forma parte de la vida y deben aprender a manejar todo tipo de situaciones. Querer a los hijos, cuidarlos y darles las herramientas para tener una vida adulta sana, ese es el fin.

¿Eres hijo único o te habría gustado serlo? ¡Cuéntanos en los comentarios!

Redacción Makia:
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