Se sabía que iba a ser una jornada tensa de referéndum independentista para Catalunya, porque había sido considerada ilegal por el gobierno y el Tribunal Constitucional de España. Acudieron alrededor de 2,3 millones de personas (cerca del 40% de la población con derecho al voto), de las cuales alrededor del 90% declaró estar a favor de constituirse en un estado independiente.
Pero lo que trascendió al mundo fue más bien las imágenes de fuerzas policiales reprendiendo de manera fuerte, con balas de goma inclusive, a determinados colegios electorales y manifestantes con el afán de desalojarlo, con lo cual se provocaron reyertas y represión que dejaron un saldo de más de 800 heridos, entre ellos 32 efectivos policiales.
Según corresponsal de la BBC estos desmanes ocurrieron solo en algunos colegios electorales, donde incluso se rompieron vidrios y puertas para entrar a desalojar a los votantes. En la mayoría de colegios todo transcurrió con relativa normalidad, aunque con tensión debido a las imágenes que se viralizaron y que causaron temor.
Según autoridades españolas afincadas en Madrid, los agentes cumplían órdenes del Tribunal Constitucional y respondieron con fuerza debido a agresiones y pedradas de los que custodiaban desde el amanecer los centros de votaciones. Incluso Mariano Rajoy culpó de la violencia a quienes «han promovido la ruptura de la legalidad y de la convivencia», en referencia a que el Tribunal Constitucional consideró ilegal la celebración del referéndum. «No busquen más culpables, no los hay», dijo.
Esas declaraciones y las acciones tomadas causaron repudio en la Alcaldesa de Barcelona, quien exige una explicación de la actuación violenta de la policía contra población. Pide la renuncia de Rajoy y añade que «si no dimite, es responsabilidad de las demás fuerzas democráticas buscar una alternativa y convocar nuevas elecciones en España».
Y si no dimite, es responsabilidad de las demás fuerzas democráticas buscar una alternativa y convocar nuevas elecciones en España», afirmó.
Respecto a la independencia de Catalunya queda poco claro lo que seguirá a partir del 1ro d octubre, pues las votaciones no son consideradas válidas ni legales, aunque sí hay quienes las consideran legítimas.
Antes de las votaciones el vicesecretario de Comunicación del Partido Popular (PP), Pablo Casado, había señalado que al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, «no le gustaría» aplicar mecanismos legales como el artículo 155, porque supondría que la Generalitat «ha llegado demasiado lejos». Dicho artículo de la constitución señala que previa autorización del Senado, para «adoptar las medidas necesarias para obligar a una comunidad autónoma a cumplir la ley», si esta «no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España». Mientras que según Albert Riveros, del partido Ciudadanos, considera que «la única vía posible para ir a unas urnas de verdad es aplicar el artículo 155 de la Constitución», para pedir nuevas elecciones pues no considera al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemon interlocutor válido de los diálogos, ni tampoco a los del Partido Popular (PP).
Por su parte la Comisión Europea mencionó en un comunicado que «la violencia nunca puede ser un instrumento político», si bien recalcó que es un asunto interno.
Fuente: BBC