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La era de la información cambió la vida de todos. Desde la inmediatez, la disponibilidad y accesibilidad de la comunicación, hasta la posibilidad de participación de los usuarios con los generadores de contenidos (redes sociales, páginas webs, apps).
En pleno siglo XXI, no existe relación social que no esté influida por las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación o TICs.
Las TICs han permitido que las características del ciudadano evolucionen. Un ciudadano promedio se informa en más de una fuente, no se conforma con una visión, es exigente y busca obtener soluciones a su hambre de información cotidiana de manera inmediata.
Dichas capacidades se reflejan en un mayor empoderamiento de la ciudadanía, a tal punto de hacer realidad lo que alguna vez Abraham Lincoln expresó: “La democracia es del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”. El nuevo perfil ciudadano ha provocado que las decisiones políticas, la gestión gubernamental y los servicios prestados por instituciones públicas puedan estar al alcance de todos gracias a las TICs.
Algunos gobiernos de diferentes países han aprendido a reconocer que la implementación de las TICs en sus procesos de gestión se traduce en eficiencia y transparencia y por consiguiente, en una sociedad más democrática donde cada ciudadano accede, fiscaliza e interactúa con cualquier organismo público. A ello se denomina como gobierno electrónico, gobierno en línea o gobierno digital.
Suecia y Singapur con un gobierno electrónico eficiente
Suecia y Singapur se posicionan como países donde el gobierno electrónico es eficiente e innovador. Los suecos cuentan con una e-ID (identificación y firma electrónica), con la cual pueden realizar transacciones como el pago del IVA, declaración de impuestos, trámites del sector privado, contribuciones a la seguridad social, etc, a través de medios electrónicos y teléfonos móviles. En Singapur, el portal www.ecitizen.gov.sg permite que los ciudadanos cuenten con un sistema integrado, donde pueden realizar todos los trámites que requieran sin necesidad de acudir a distintos sitios webs de cada entidad.
Aunque los casos de Suecia y Singapur son frecuentemente tomados como ejemplo, no hay que dejar de lado los casos latinoamericanos que son dignos de aplaudir, pues la relación entre gobierno y ciudadanía realmente ha sido transformada por el buen uso de las TICs.
Países de América Latina dignos de aplaudir
Uruguay
La ONU ha reconocido a Uruguay como líder regional en materia de gobierno electrónico. Los uruguayos tienen el respaldo de contar con el Sistema de Gestión de Seguridad Pública (SGSP), el cual integra trámites y seguimiento de procesos de diferentes instituciones encargadas de la seguridad pública. Ya no hay necesidad de llenar largos formularios: los informes policiales son ingresados directamente al SGSP y el Poder Judicial puede actuar con mayor rapidez, ya que también cuenta con participación en el sistema.
México
12 millones de trabajadores y casi un millón de jefes en México se benefician de los Servicios Digitales del Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (INFONAVIT). La iniciativa del Gobierno Federal fue acreedora al Premio Innova en 2013 por mejorar la calidad de los servicios que presta a los mexicanos. Además del sitio web principal www.infonavit.gob.mx, el proyecto comprende las siguientes acciones:
- El portal www.micasa.gob.mx brinda información sobre un millón de viviendas en todo el país.
- Los trabajadores pueden realizar más de 200 trámites vía teléfono gracias al centro de contacto INFONATEL.
- Kioscos INFONAVIT donde se dispone el acceso a internet como complemento para integrarse al proyecto.
Ecuador
En Ecuador las autoridades entendieron que sin eficiencia no se pueden lograr los objetivos. Y sin metas cumplidas la principal consecuencia es enfrentar una ciudadanía descontenta. La herramienta de Gobierno por Resultados (GPR) fue adoptada por las instituciones de la administración pública central y ha permitido que toda acción se encuentre alineada a una planeación estratégica, logrando acelerar los objetivos planteados que en procesos lentos e ilógicos burocráticos de otro tiempo, no se hubieran cumplido.
Y como tampoco hay que esperar al gobierno para que dé el primer paso, los ecuatorianos lograron que alrededor de 400 trámites sean simplificados en el 2015. A través del portal www.tramiton.to los ciudadanos indicaron la problemática de algún trámite y presentaron soluciones de simplificación.
Perú
El sueño de todo empresario y comerciante es trabajar con la mínima cantidad de trabas burocráticas posibles. Los exportadores e importadores peruanos cuentan con la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE), la cual les permite gestionar -desde el portal web- permisos, licencias, certificaciones o cualquier otro trámite que se requiera para el ingreso, salida o tránsito de mercancía, en el menor tiempo posible.
El servicio de 24 horas y 7 días a la semana ha logrado optimizar el tiempo de tramitación de los documentos propios del comercio exterior. Los pagos pasaron de 90 minutos a 1 minuto, el seguimiento de trámites de 60 minutos a 1 minuto, el proceso de notificación por cada documento de 3 días a 1 minuto y la preparación y presentación de un trámite de 2 días a 20 minutos.
Colombia
Los ciudadanos en Colombia no se contentan con recibir información sobre acciones de las instituciones públicas. La participación e interacción con el gobierno es importante, pues sus inquietudes, opiniones y sugerencias sobre las políticas públicas pueden ser escuchadas en la web Urna de Cristal. Ahí se plantean temas semanales y todas las personas pueden acceder para expresarse. Los domingos se responden los mensajes por representantes del gobierno a través del Canal Institucional.
La Urna de Cristal cuenta con 200 ministerios y organismos públicos articulados y en el periodo 2014-2015, 3 millones de colombianos visitaron el portal web e ingresaron más de 100 mil preguntas.
Si bien los países de la región deben continuar fortaleciendo las iniciativas de gobierno electrónico, no hay duda que estos casos demuestran que la participación activa de la ciudadanía en la transformación de procesos burocráticos, políticas públicas, entre otros a través del buen uso de las TICs, es posible; aportando –en este aspecto- a que la democracia sea verdaderamente del pueblo.