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Las expectativas son peligrosas y más si lo que vas a ver es el spin-off de uno de tus shows favoritos de la infancia. Fuller House, la serie de Netflix no decepciona a los fanáticos de Full House. Yo adoraba ese show, donde todo siempre salía bien, y obviamente me encantó enterarme de que podría verlo de nuevo. Vi el tráiler varias veces y esperé paciente para que Netflix me diera 13 episodios de la nueva serie, que vi de un tirón en menos de 24 horas. Me divertí y fue como volver a casa en muchos sentidos, pero me reí poco. Los chistes fueron un poco predecibles y a veces carecían de lógica, aunque el show siguió siendo adorable. Sin embargo, debo decir que hay puntos críticos en la serie que deberían revisarse.
[easy-tweet tweet=»Me divertí y fue como volver a casa en muchos sentidos, pero me reí poco.»]
Spoiler Alert: Si no quieres enterarte de ciertos detalles que puedan afectar tu experiencia como espectador, mira la serie y vuelve a este post.
Fuller House una serie para fans de Full House
1. Demasiada nostalgia de Full House
Los créditos del show te presentan a los personajes viejos, con sus respectivas tomas del programa anterior, lo que te da esa experiencia del elenco de Full House antes y después (los nuevos personajes tienen fotos de cuando eran más pequeños). Hasta ahí todo bien, pero cuando comienzan a poner clips enteros de la serie anterior e incluso dividir una escena en dos para que veas el paralelismo… Te das cuenta de que hay un exceso.
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2. Demasiada nostalgia a los 80’s y 90’s
Los movimientos de baile de Kimmy Gibbler pueden estar «atrapados en los 90’s», pero este show no deja de hacer referencias a los 80’s y 90’s. Sí, puede que su público sean fanáticos de la serie original y personas que crecieron durante esas décadas, pero ¿dónde quedan las puertas para los nuevos espectadores? Tener que explicarle a tu sobrino quién es Marky Mark y quienes son los New Kids on The Block puede hacerte perder buena parte de tu buen animo (me ocurrió al tratar de compartir la experiencia con «la nueva generación»). En el cuarto episodio le bajan a la nostalgia solo para subirla de tono a tope en el penúltimo capítulo. Un gran acierto: el remake del la canción del show.
https://youtu.be/1NImu3Q9Qv4
3. El retrato del mundo latino
Este es uno de los puntos donde creo que el programa se cae. Fantástico que quieran mostrar diversidad o cualquiera que sea la razón por la que Kimmy tiene una hija «biracial». El padre de la niña es un arquetipo del latin lover en versión cómica, estereotipada y molesta. En alguno de los episodios la niña menciona que pintará su habitación del color de «su gente» y luego menciona a Argentina. El actor que hace de su padre, Juan Pablo di Pace, sí que es argentino, pero muestra un acento muy extraño al hablar. Luego, está toda la trama de los luchadores mexicanos, que no termina de cuadrarme.
4. ¿Nadie supera su amor de infancia en Fuller House?
Steve, el antiguo novio de DJ, está al acecho y TAN obsesionado por volver con ella que «apesta a desesperación». Por otra parte, Stephanie tiene una situación similar con un pretendiente aún más absurdo.
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5. Evoluciones correctas y extrañas
DJ se vuelve veterinaria, Steph se convierte en DJ y literamente usa «DJ Tanner» como su nombre artístico (alguien tiene problemas de identidad ), Kimmy resulta ser a la que mejor le va, pues tiene su propio negocio de organización de eventos. Kimmy ya no tiene un estilo raro, ahora usa mucha ropa con publicidad para su empresa. Michelle está en Nueva York. Las niñas han cambiado y evolucionado para bien.
¿Los adultos? No sabemos en dónde se han metido, pero Danny sigue siendo adicto a la limpieza y está obsesionado con su sofá. Jesse aún adora a Elvis y su cabello, pero parece tiene problemas porque es pasivo agresivo con sus hijos (BTW, parece que los Katsopolis han sido padres deficientes o tienen unos hijos muy vagos). Becky está obsesionada con tener otro hijo 25 años de matrimonio después (¿no debería querer ser abuela?) y Joey resulta muy creepy: un hombre muy adulto con pijamas de Bucks Bunny… Aterrador.
6. Las gemelas Olsen
Cuando supe que las gemelas Olsen no estarían en el show me sentí un poco decepcionada. Mas al enterarme que sí hablarían de Michelle en la serie estuve feliz -no la cortarían del todo-, pero el resultado fue espantoso. Michelle está en Nueva York creando su imperio de moda y después de esa línea, TODO el elenco mira a la cámara durante demasiado tiempo (y de romper la cuarta pared innecesariamente).
Luego, cuando uno de los personajes compra un vestido de la marca de Mary Kate y Ashley Olsen se mandan el chiste de «con estos precios, ya entiendo porqué no necesitan actuar» fue de mal gusto.
THE BEST LINE from #FullerHouse!!! Yasss @andreabarber! I CAN'T EVEN!!! 😂😂😂😂 pic.twitter.com/a8uyN6vnzf
— Renee Larson (@iamreneejai) February 26, 2016
Aun así, todos se ven bien y pasarás esto por alto; hasta el hecho de que el ático está «al revés» por ver a los Tanner de nuevo. ¡Y lo sabes! Fuller House puede tener sus fallas, pero resulta algo adictivo. ¿Por qué? Ni idea.
[Actualización] La serie ha sido renovada para una segunda temporada. ¡Les dije que era adictivo!
Your list will get even fuller.
Season 2. Coming soon to @Netflix. #FullerHouse 👍❤️🏠https://t.co/aEdTwbLDLM
— Fuller House (@fullerhouse) March 2, 2016