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La experiencia de ir al museo para niños no suele ser muy buena, ni para los adultos peor para los más pequeños. Los museos suelen tener muy mala fama, dicen que son aburridos, inacabables y que son para nerds. Sin embargo, todos sabemos que en un museo -como en cualquier otra actividad cultural- el conocimiento es el que más sale privilegiado. Así que, dudo que alguien no quiera brindarle esa oportunidad a un niño, sea su hijo, sobrino, primo o vecino.
Sin embargo, las buenas intenciones no son suficientes, se necesita de ciertos consejos para que un adulto pueda lograr hacer que un niño realmente se divierta en un museo. Aquí queremos comentarte algunos pasos que podrías seguir:
Ten una lista de museos
No impongas al niño a qué museo ir, lo mejor es que hagas una lista de los museos más representativos de tu ciudad o del lugar que vas a visitar en vacaciones. En internet podrás encontrar fotos o quizás las redes sociales del centro cultural, de esa forma el pequeño podrá tener una idea de a dónde irá y qué le llama la atención de su visita. Esta presentación previa hará que su interés despierte y así de seguro estará impaciente por ir.
Los niños pueden llegar a amar las listas:
Barriga llena, corazón contento
Mientras un niño esté bien alimentado su comportamiento mejorará en un gran porcentaje. Además, los museos suelen ser espacios grandes, por lo que necesitan todos tener suficiente energía. Así que, antes de salir todos deben estar descansados y bien comidos. También, si el museo lo permite, puedes llevar un par de sánduches para la visita. ¡Prepárales el que más les guste!
¿Dónde ir primero?
Lo que más entusiasma a los niños es la tienda de regalos o souvenirs. Así que, nada mejor que hacer que tu primera parada sea allí. Procura mantener el control de los niños para que no te dejen sin dinero. Lo mejor es prepararlos para un juego, como el de comprar guías del museo o postales de las obras más importantes, y ver quién las encuentra primero.
Ellos pueden ser documentalistas
Lo mejor es dejar que los niños documenten su visita, puedes dejarlos que tomen fotos por sí mismos. Eso sí, procure preguntar antes las reglas del lugar con respecto a las fotografías y video. Si no hay problema con ello, todos tendrán increíbles imágenes con fondos inigualables y únicos.
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Tiempo de cuentos
Los más pequeños suelen tener muchas ansias de que se les ponga retos creativos. Para ello, este juego es uno de los mejores. Deben escoger una pintura o figura de la exhibición y escribir una historia acerca de ella. Lo más probable es que encuentres verdaderas joyas narrativas, llenas de una imaginación infinita, que solo un niño puede tener.
Con estos consejos la experiencia de ir al museo para niños no solo será mejor, sino que de seguro tú también la disfrutarás más.
FUENTE: Opportunity Detroit