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Debido a todo este estilo de vida saludable que se ha apoderado de miles de hogares en todo el mundo, ya son muchos los que conocen las maravillas del Ghee o mantequilla clarificada, pero para los que aún no conozcan de este mágico producto, dejaré en estas líneas una breve introducción.
El ghee o mantequilla clarificada es un tipo de mantequilla utilizada de forma muy común en la cocina india y paquistaní, y en el proceso de su preparación, se procede a eliminar todos los sólidos de la leche, los cuales son la caseína y la lactosa, convirtiéndola de esta manera en una grasa de buena calidad para todas nuestras comidas y postres. Al ser una grasa saludable, pues es mucho más fácil de digerir, también se puede utilizar a altas temperaturas y ayuda mucho con la absorción de las vitaminas y minerales de otros alimentos. El ghee tiene un olor y sabor delicioso que cuando pruebes, no querrás dejar de incorporar a tus comidas. Es de color dorado y tiene una textura un poco pastosa.
Hoy día, en muchos artículos se ha dado a conocer que el Ghee, aparte de ser muy bueno en la cocina, también ayuda a mejorar la digestión y ayuda con la pérdida de peso, también reduce inflamaciones, ayuda con la resequedad de la piel, haciendo de este producto un aliado que no puede faltar en tu casa.
Preparar el ghee es totalmente sencillo y económico, por lo que dejaré por acá lo que necesitas hacer.
Receta de Ghee
Vas a necesitar:
500 gr de mantequilla sin sal (preferiblemente de vacas alimentadas con pasto o en su defecto que solo tenga uno o dos ingredientes)
Una olla de acero inoxidable.
Un retazo de tela para colar.
Un recipiente de vidrio con tapa.
Procedimiento:
- Lo que primero debes hacer es colocar a derretir la mantequilla a fuego muy bajo en la olla que hayas escogido utilizar.
- Luego con la ayuda de una cuchara vas mover la mantequilla de manera muy suave para que ayudes a que se derrita de una forma más fácil y rápida.
- Cuando ya la mantequilla esté totalmente derretida, al cabo de unos minutos comenzarás a ver como los sólidos de la leche comienzan a separarse, formando una capa espumosa sobre la mantequilla derretida.
- Con una cuchara y de forma muy cuidadosa, vas a ir retirando poco a poco todos estos residuos que se encuentran en la parte de arriba y los vas a desechar en algún recipiente pequeño que tengas a la mano.
- Luego de haber retirado los residuos, dejarás unos minutos más la mantequilla a fuego bajo y verás cómo al fondo de la olla estarán los sólidos restantes de la leche un poco quemados y pegados en el inferior con un color dorado, ahí procederás a apagar el fuego y a retirar la olla.
- Coloca el retazo de tela sobre el recipiente de vidrio en el que almacenarás tu ghee, allí poco a poco comenzarás a echar la mantequilla de la olla sobre la tela para que comience a colar.
- Una vez ya colada toda la mantequilla, no la tapes, déjala reposar y cuando se encuentre fría procederás a colocar la tapa al recipiente y verás cómo poco a poco tu mantequilla comienza a ponerse sólida.
- ¡LISTO, YA EL GHEE ESTÁ APTO PARA USAR!