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Jamás pensé que vería el perfil de Manhattan en vivo, pensé que se quedaría en una eterna postal. Andar por las calles de Manhattan es como un profundo suspiro. Cada esquina y edificio tienen una historia, la gente camina en todas las direcciones posibles, los sonidos salen -incluso- desde debajo de la tierra… Sin duda aquí es donde tomamos la gran bocanada de aire para vivir de manera apresurada a esta impresionante ciudad.
Y el suspiro termina cuando la exhalación llega. Esto sucede en el momento en que encontramos un lugar silencioso desde el cual ver a la «ciudad que nunca duerme». Yo lo hallé cuando conocí Liberty Island y vi desde allí el imponente perfil de Manhattan. Parecía estar apacible, pero eso no duraría mucho.
Aquí te muestro el corto video que hice y que dice mucho de cómo es que se ve de lejos la ciudad. Me llamó mucho la atención ver esos patos en la orilla, dejando que el agua los mueva y los lleve sin poner resistencia. Me pareció una magnífica metáfora de lo que significa visitar Nueva York.
Para cuando tomas el barco de regreso a Mahattan sabes que debiste aprovechar esos escasos minutos de silencio en los cuales pudiste contemplar de lejos esta relampagueante ciudad. Por que allí está otra vez Nueva York, tal donde la dejaste, mutando con cada experiencia de un nuevo viajero que llega a pisar sus calles.
Si ya conoces esta ciudad o si conoces otra que tiene el mismo efecto desbordante sobre ti, cuéntanos en los comentarios acerca de tu experiencia. ¡Armémos una comunidad para darle la vuelta al mundo con nuestras vivencias! Qué mejor que poder recibir recomendaciones para mi próximas vacaciones que conociendo aquello que les hizo vibrar de una ciudad a otros. Así que, esperamos sus comentarios.