Documentalista iraní trae un cine para develar prejuicios

Firouzeh Khosrovani tiene 42 años y es una documentalista iraní. Eso suena a trabajo difícil, pero ella lo lleva con suma naturalidad y equilibrio.
Firouzeh Khosrovani tiene 42 años y es una documentalista iraní. Eso suena a trabajo difícil, pero ella lo lleva con suma naturalidad y equilibrio. Es la sensación que nos quedó tras conversar con ella antes del estreno en Guayaquil de su documental Fest of Duty (ella lo llama Fiesta del Velo), donde devela dos ideologías culturales que conviven en el interior de las familias y a la vez procura arrancar algunos prejuicios sobre Irán.
El encuentro documental EDOC es por un cine que te acerque a la realidad y parece inevitable recordar que en Occidente se etiqueta mucho a Irán como un país agresivo. Quizá por eso en el foro posterior al filme, Firouzeh Khosrovani sintió una alegría extra cuando alguien finalmente le consultó sobre el proceso creativo de la cinta y no sobre el extremismo en la sociedad iraní.
Pero no se engañen, a Firouzeh Khosrovani le agrada hablar del país donde vive y develar las facetas sociales de este país islámico, donde la modernidad convive con la tradición y el cine es de vanguardia. Esto lo afirma con convicción aunque ella no ha logrado exhibir ninguna película suya allá (por los temas que plantea). En todo caso sabe que siempre hay una forma de verlas de forma clandestina en las casas o videoclubs; pues como ella señala, en Irán hay un «pusher (proveedor clandestino) para todo».
Como en la cinta documental 1001 iraníes, ¿qué tal te va reflejando a tu país en un mundo que ofrece una visión difícil de Irán?
En este filme del 2010 quería hacer algo sobre la primera imagen que tiene la gente sobre Irán, así que viajé por Italia, España, Francia, Estados Unidos, etc.

La gente tenía opiniones muy diferentes sobre Irán y dependía mucho de las generaciones. Los más viejos tienen un recuerdo de la época de los Sha, los pasos imperiales, mujeres amantes del arte, es decir, una idea de Irán como un sueño de las 1001 y una noches. Mientras que una generación posterior hablaba de armas, guerra, terrorismo, de un Irán actual, pero una imagen que proviene del mass media, una imagen más periodística escandalosa que realista.

Escuchar del mundo persa es también recordar cuentos mágicos de la niñez. Tú vives en el país de muchos de esos cuentos. ¿Qué queda de ese mundo fantástico en tu país?

Creo que todos los lugares (del mundo) tienen un lado mágico. Es muy complejo. No se puede reducir en 4 palabras la definición de Irán, pero puedo decir que la sociedad iraní de hoy es muy interesante, dinámica, joven, muy instruida y que usa alta tecnología. Demográficamente es una bomba de energía.

¿Cómo valoras las reacciones de las personas que han visto tus películas?

Cada espectador puede tener una reacción diferente. La gente que conoce Irán a través del cine tiene una visión más amplia y profunda porque el cine iraní a través de estos años ha mostrado una parte de las realidad muy vasta, por eso ves que todo el mundo le tiene respeto.

Equilibrar los dos Irán

En Fest of Duty, la documentalista iraní cuenta la historia de dos niñas islámicas que acaban de pasar la ceremonia del velo, acto que suele marcar la vida de las niñas de Irán. En palabras de la directora, estas ceremonias tienen un montaje muy kitsch.

Sobre el proceso creativo tenía la idea de presentar de un modo muy equilibrado dos ideologías para no dar un juicio, para dar entender que esto es mejor que lo otro. Prudencia para mostrar los dos mundos. Firouzeh Khosrovani

Así, ella prefirió intervenir lo menos posible, observar más la vida cotidiana de familia, por eso estuvo dos años en las casas de las chicas, quienes le tomaron mucha confianza.

Como mujer iraní, ¿cuáles son tus sentimientos al usar velo?

Veo comportamientos distintos. Hay mujeres que no lo han aceptado y continúan con conflicto por esta obligación y han salido del país. Pero nosotros que seguimos en Irán, (creemos que) como principio no está bien, pero con el tiempo no es difícil de aceptar, sobre todo en el invierno con el frío que hace, no así en el verano.

Algo que el documental sí busca trasmitir es un mensaje importante respecto a que es demasiado que a una niña de 9 y 10 años se le imponga tener conciencia de que tienes algo que ocultar.

¿Ya tienes en mente algún nuevo proyecto?

Sí. Hasta ahora he hecho más sobre sociedad iraní y mujeres, la cuestión del velo. Solo los 1001 iraníes es un tema aparte. Ya son suficientes los temas sobre el velo, ahora quiero hacer algo con archivos de fotos de álbum de familia. Estoy al principio, escribiendo sinopsis y al menos dos años me dedicaré a este tema.

Fotos: Josselyn Añazco

Redacción Makia:
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