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Dale a tu cuerpo zinc, Macarena. Que tu cuerpo es pa’ darle zinc y cosa buena… ¡¡¡Eeeeh, Macarena!!!
Sabemos que lo quieres, Macarena. En especial, porque el zinc es el segundo mineral más importante del cuerpo humano, después del hierro.
El zinc está presente en todas las células del cuerpo y fortalece la producción de glóbulos blancos, importantísimos para el correcto funcionamiento de nuestro sistema inmunológico. Es así que ayuda a la recuperación de heridas como quemaduras e incluso úlceras. Además, este mineral es un potente antioxidante.
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El zinc aporta a que varios de nuestros órganos funcionen correctamente, como los riñones y el hígado; influye en la correcta formación de los huesos y dientes; incluso aporta a los sentidos de la vista, olfato y gusto. Asimismo, alivia alergias respiratorias, ayuda a disminuir el colesterol y mejora la actividad cerebral
Además, el zinc alimenta tu belleza natural, pues disminuye el acné, favorece el crecimiento de las uñas y cabello.
¿Cómo le doy zinc a mi cuerpo?
Encuentras el zinc en alimentos ricos en proteínas de origen animal, como la carne de res, cerdo, cordero y aves. También lo encuentras en lácteos y la yema del huevo. Los mariscos ricos en zinc son: ostras, cangrejo, langosta y pescado.
Si mantienes una dieta vegetariana, puedes encontrar este mineral en nueces, semillas, de girasol, german y salvado de trigo, cereales integrales y en granos como frejoles, habas, garbanzos, lentejas.
¿Ya le diste zinc a tu cuerpo, Macarena?