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Una investigación de 2015 sugiere que el desempleo puede cambiar tu personalidad. Con el tiempo, la persona puede llegar a ser menos amable, laboriosa y abiertos a nuevas experiencias. Esto, porque se entra a una espiral de decepción. Esta es una de las consecuencias psicológicas del desempleo que debemos tener en cuenta, seamos quien haya perdido el trabajo, amigos, familiares y posibles empleadores.
El estudio fue dirigido por Christopher J. Boyce en la Universidad de Stirling, en Escocia. Los investigadores recogieron datos del Panel Socioeconómico Alemán, centrándose específicamente en las experiencias de un subgrupo de participantes entre 2005 y 2009. En 2005, todos los participantes estaban empleados; de ellos 6.308 se mantuvieron con trabajo hasta 2009; mientras que 251 estuvieron en el paro y luego re-empleados; finalmente 210 estuvieron desempleados por uno a cuatro años.
Tres consecuencias psicológicas del desempleo
1. Agradabilidad
Dentro de estos 210 desempleados el nivel de agradabilidad (que es similar a la amabilidad) de hombres y mujeres disminuyó. No obstante, los hombres, durante los dos primeros años de desempleo, experimentamos un aumento de la agradabilidad.
Los investigadores no pueden decir con certeza por qué existe esa diferencia de género, pero la sospecha va por que los hombres inicialmente tratan de ser agradables para hacer frente a la situación y aplacar el malestar a los que les rodean (familia, amigos). Sin embargo, como parte de las consecuencias psicológicas del desempleo, después de un periodo esto baja.
2. Meticulosidad
El estudio también indicó que sus niveles de escrupulosidad, o la tendencia a ser ordenado y estar motivado, disminuyó entre los hombres y las mujeres. Boyce cree que podría ser parte de un círculo vicioso: cuando está sin trabajo, la persona se vuelve menos meticulosa, y esto a su vez hace que sea más difícil encontrar un nuevo trabajo.
3. Apertura
Otra de las consecuencias psicológicas del desempleo a largo plazo es que la apertura generalmente disminuye. Si bien los investigadores no pueden decir exactamente por qué sucede esto, Boyce dijo que podría ser por que «la idea de no tener un trabajo pesa sobre su psique» y se puede sentir menos inspirado y aventurero. Aunque, por otra parte, sin un trabajo, puede que no tenga los recursos para salir y viajar o explorar su vecindario. Es decir, de nuevo, se entra a un círculo vicioso.
Un nuevo comienzo
El punto esperanzador en medio de estos hallazgos es que, una vez la persona inicia un nuevo empleo, su personalidad parece recuperarse. Sin embargo, Boyce advirtió que él y sus colaboradores necesitan más datos para comprobar si eso es cierto, pero es lo que los datos actuales implican.
Es importante tener en cuenta que la experiencia de toda persona desempleada podría diferir completamente de la imagen amplia que describe el estudio; ya que fue analizado con un grupo reducido de individuos. No obstante, nos brinda algunas ideas importantes que aportan a la forma en que pensamos sobre el desempleo. Esto, ya que debemos tener cuidado con la estigmatización de las personas que están sin trabajo.
En lugar de observar sus rasgos de personalidad desfavorables y simplemente pensar: «es por esto que no pueden encontrar un trabajo», Boyce aconseja a las quienes los rodean, a reconocer que su cambio de personalidad podría ser parte de una «espiral negativa».
Podemos ver consecuencias psicológicas del desempleo no pueden tomarse a la ligera y por ello debemos ser apoyo para quienes están sin empleo. Además, también debe ser visto como una problema a afrontar para quienes están en paro.
Sugerimos ver este Ted Talk de Carol Cohen dirigido para los relanzadores o relaunchers, quienes van en busca de empleo después de un largo periodo de pausa.
¡No te dejes vencer por las consecuencias psicológicas del desempleo y salta fuera del sofá!
FUENTE: World Economic Forum.