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Ángela y Miguel viven juntos desde hace más de un año. Cuando lo decidieron también eligieron una vida ecológica y se plantearon hábitos ecoamigables. Sus días no difieren mucho de los del resto, simplemente han hecho modificaciones a sus rutinas para reducir su huella ambiental ecológica. Ellos creen que con pequeños actos hacen un gran cambio.
Un día en una vida ecológica
Mañana
Ángela y Miguel se levantan temprano y abren las cortinas para que entre la luz del día, así evitan encender las luces. Ella va al baño a alistarse para ir al trabajo, mientras él prepara el desayuno.
Ángela toma una ducha de cinco minutos, mientras escucha música, y evita desperdiciar el agua cerrando el grifo cuando está enjabonándose o poniéndose shampoo (lo mismo hace cuando usa el lavamanos). Ella utiliza agua fría, porque el calefón consume gas o electricidad; además, una ducha fría es energizante y la despierta inmediatamente.
El agua dulce, apropiada para consumo humano, es solo el 2.5% del total existente de agua en la Tierra. De éste 2.5%, el 68.7% se encuentra en los glaciares; mientras un 0.4% está en aguas superficiales y en la atmósfera: lagos, humedales, ríos, entre otros.
Miguel está casi listo con el desayuno. Hizo café y le sobró un poco, pero está dejándolo enfríar antes de meterlo en la nevera. Sabe que meter cosas calientes al refrigerador hace que se consuma más energía. Por otro lado, sacó un pescado del congelador para cocinarlo en la noche; este sí lo ha metido en la nevera, pues la temperatura del producto congelado brinda ganancias gratuitas de frío.
Se recomienda ajustar el termostato para mantener una temperatura de 6 °C en el compartimiento de refrigeración y entre -1 °C y -18 °C en el de congelación. Cada grado que reduzca la temperatura, aumentará un 5% el consumo de energía.
Antes de salir, usan el inodoro. Este ha sido adecuado para que consuma poca agua, colocando dentro del tanque botellas con agua para que se llene más rápido y con menos líquido.
Trabajo
Miguel va en bicicleta al trabajo, mientras Ángela prefiere ir caminando o en transporte público. Evitan usar taxis y decidieron no comprar un vehículo, a menos que sea estrictamente necesario. En ese caso, preferirían uno híbrido o que tenga un bajo consumo de combustible.
En sus oficinas evitan imprimir documentos, prefieren los archivos digitales o las plataformas que permiten crear o almacenar documentos en la nube. Si deben imprimir o sacar copias, lo hacen en ambos lados de la hoja, para ahorrar el consumo del papel. También reutilizan los papeles que fueron usados en una sola carilla para reimprimir.
Así mismo ahorran energía y prefieren mantener las cortinas abiertas a prender las luces; además de utilizar las escaleras, al elevador. Por otro lado, cada uno lleva el almuerzo en recipientes reutilizables, para evitar pedir comida que genera desperdicios de empaques. De igual manera lo hacen con las bebidas.
Tarde
Miguel pasa por el mercado comprando los alimentos que cocinará en la noche. Aunque Miguel y Ángela no son vegetarianos, evitan comer carnes, porque saben que la cadena de producción de carne es muy contaminante. En general, eligen productos que no contienen pesticidas ni químicos y que sus procesos tengan un mínimo impacto al medio ambiente. De la misma manera, evitan alimentos envasados, especialmente los que vienen en lata; mientras que sí se permiten comprar productos envasados en vidrio, porque es 100% reciclable.
Ángela por su lado, pasa por la costurera, que le ha ayudado a restaurar unas prendas. Con unos cuantos arreglos, se han evitado comprar ropa nueva y así no desperdician algo que aún tiene mucho tiempo de vida útil. Sin embargo, algunas prendas definitivamente ya no le quedan, pero están en buen estado, así que pasará por una fundación para donarlas.
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Para todas las compras, Ángela y Miguel llevan sus propias bolsas de tela para guardar lo adquirido.
Noche
Ambos han llegado a casa y están preparando la cena juntos. Después de comer rico y conversar un poco, Miguel se va a lavar los platos, que son bastantes, así que llena un poco el pozo y así evita dejar el agua de grifo correr.
Por otro lado, Ángela va a lavar la ropa, pues hay suficiente como para llenar la lavadora. Ella le ‘ayuda’ a la lavadora a consumir menos energía, llenando aparte baldes de agua, que echa dentro de la máquina. Mientras la ropa se lava, limpia un poco el comedor y la cocina, todo con productos de limpieza naturales.
Miguel saca la basura que previamente ha sido separada por reciclables y no reciclables; mientras que Ángela riega las plantas y revisa los tomates del huerto. ¡Pronto estarán listos para comer! Ha funcionado de maravilla el compost que han hecho con los desechos.
Ahora sí es hora de dormir, dejan todo apagado y desconectan los artefactos que no necesitan estar prendidos todas la noche: lámparas, microondas, etc.
Los electrodomésticos representan más del 50% de las emisiones derivadas del consumo energético en una vivienda. Elige los que tengan un bajo consumo de energía.
Los principios de una vida ecológica
Reciclar: Es el proceso en que un material o producto sufre una transformación para aprovechar sus componentes en nuevos usos o productos. Es importante para una vida ecológica escoger productos reciclables.
Reutilizar: Se trata de aprovechar al máximo un producto, especialmente si este no es reciclable. Búscale un nuevo uso, activa tu imaginación. Ángela lo hizo con la ropa.
Reducir: La acción de aminorar el consumo de un producto o servicio, especialmente si este tiene una huella medio ambiental fuerte. Lo puedes hacer todos los días con la energía y el agua.
De esta manera, Ángela, Miguel y tú pueden crear una vida ecológica día a día.
FUENTES: La Nación, Ecosiglos. Vida Naturalia.