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La demagogia es una práctica política – más común de lo que quisiéramos- que busca el favor popular a punta de promesas, generalmente vacías.
Una de las definiciones de la RAE la canta bien claro:
2. f. Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder.
Demagogia 101: Reconoce a tu demagogo(a) más cercano(a)
La democracia, aquel sistema de gobierno donde se supone que la población elige a sus representantes, tiene muchas trampas. Así que mejor aprende a reconocer la demagogia de los políticos más cercanos.
Punto 1: Los demagogos llenan sus discursos de aparente soluciones sin mayor sustento técnico y a veces ni siquiera político, pero que se acomodan a la audiencia a la cual se dirigen.
Punto 2: Evalúan su audiencia, por eso si les hablan a empresarios, hablarán de seguridad jurídica, expansión de mercados e incentivos tributarios; si la audiencia son barrios marginales les ofrecerán casas, puestos de trabajo y un país donde los pobres sean quienes gobiernen a corto plazo. Puede cumplir o no, lo importante es ofrecer esas necesidades.
Ejercicio: Compare los discursos de su político predilecto según su audiencia.
Luego compare lo que dicen los políticos que están en desacuerdo, y fíjese también si ese discurso tiene sustento. Uno de los mayores errores ciudadanos es atribuirle la demagogia solo a los políticos que detesta.
Una buena pelea
Nada tan común en la política de los demagogos que una buena pelea. eso nos lleva al punto 3: Si el público está a la expectativa de que se ataque a otro político, un demagogo no dudará en concentrar su discurso en esa persona -hasta la obsesión incluso- y buscará respuestas enardecidas de la gente y procurará ser lo más pintoresco posible. La descalificación del contrario servirá para que todo discusión política pierda fondo y se centre solo en los personajes.
Punto 4: Dado que la cultura latinoamericana aún es machista, pues procurará verse como un «gallo de pelea», dudará de la ‘hombría’ de su contendiente, pero generalmente logran evadir cualquier confrontación frontal o debate (como cuando dos chicos se retan a salir de un lugar para pelear, y no terminan de salir nunca).
Punto 5: El político demagogo procurará apoyarse en medios de comunicación afines a su ideología o intereses. Muchos procurarán verse como personas de buen humor, le pedirán que cuente chistes o sacarán partida de sus frases características.
Los demagogos de relleno
Si quieres saber cómo reconocer la demagogia, debes saber que existen los políticos que no tienen una postura ideológica muy definida sino conveniente. Ellos no manejan un perfil público tan alto, pero que están en continuo lobby y gestión con comunidades, grupos de poder y todo lo que suene a apoyo a una candidatura, causa o régimen.
Punto 6: No se sorprenda si hace unos años algún político era izquierdista y ahora es de derechas, o viceversa, eso es parte del juego político. Recuerde que de todas formas, así como usted no pensaba lo mismo que hoy hace diez años, algún político pudo haber tenido un baño de conciencia y haber tomado una posición más sensata. En todo caso, siempre se lo recordarán.
Esperamos que esto le ayude a saber cómo reconocer la demagogia más rápidamente y ser consciente de a quién está eligiendo en este juego del poder, llamado democracia. No es que lo que digan los demagogos esté mal, sino que en la práctica