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La humanidad ha procrastinado desde que el principio de la civilización, pero posiblemente nunca como en esta última década, donde las personas parecen estar concientes y hasta orgullosas de resolver todas sus tareas hasta el final del plazo. De hecho, muy pocas personas parecían saber que esa actitud tenía un verbo: procrastinar (pro, adelante, y crastinus, referente al futuro, postergación). Ahora parece estar de moda. Sí, está fuerte la tendencia de perder el tiempo, aplazar las cosas, no enfrentar algo que no queremos hacer hasta que ya no hay remedio.
Pero si las obligaciones al final sí son realizadas, ¿es un problema procrastinar?
Bienvenidos a la ProcastiNación
De acuerdo al psicólogo Tim Pychlyl, de la Universidad de Carleton en Canadá, quien está investigando la procrastinación, este no es solo un problema común sino también muy serio, especialmente en la educación. Esta investigación, de acuerdo a la BBC, busca comprender por qué nos convertimos en nuestros peores enemigos acumulando retrasos innecesarios y voluntarios de nuestras tareas.
Como diría Tim Urban, en una conferencia TED, en el cerebro pareciera existir un Mono de la gratificación instantánea, al que solo le interesa lo fácil y lo divertido, lo cual lleva a tumbar al sentido común y planificador para dejarse llevar por las distracciones. Pero eso sí, aunque uno parece estar divirtiéndose, el aire estará cargado de culpa hasta que llegue el monstruo del pánico que le hará hacer las tareas duras de manera súbita y apurada.
El temor, ansiedad, odios por uno mismo son los sentimientos de todo buen procrastinador en el patio oscuro de la diversión.
– Tim Urban, bloguero de With Wait But Why.
Estudiantes y profesores unidos por la procrastinación
Ya sabemos cuál es el proceso de procrastinar, lo que no siempre vemos son las consecuencias. Tim Pychlyl advierte que procrastinar sin duda afecta las calificaciones, la salud mental y física y aumenta el índice de abandono escolar. Y no es solo un asunto de estudiantes, pues señala que los profesores están sufriendo del mismo mal, lo cual se puede ver en la cantidad de tuits de profesores que hablan sobre elegir entre calificar exámenes y ver series de televisión. Y al vivir una época digital, un solo clic en la computadora puede llevarte a horas de dilación de tus tareas, debido principalmente a la incapacidad de dominar nuestras emociones.
«Cuando procrastinamos, estamos tratando de mejorar nuestro estado de ánimo evitando hacer algo que nos parece desagradable».
– Tim Pychlyl, psicólogo.
Quizá por ello también hay estudios que señalan que procrastinar un tiempo ayuda a mejorar el rendimiento laborar, pues por ejemplo, “navegar en internet sirve como una herramienta de restauración importante”, de acuerdo a una investigación de la Universidad de Singapur. El asunto es no dejar que pasen más de 20 minutos de procrastinación virtual.
Entonces… ¿Cómo evitar procrastinar?
De acuerdo a la BBC, los siguientes pasos que recomienda Pychyl son fundamentales:
1) Practica técnicas de metitación. Así controlas tus pensamientos negativos y dejas espacio para planificar.
2) Divide las tareas, pon objetivos claros. Por ejemplo, no te prometas bajar de peso, prométete poner el traje para hacer ejercicios, eso es más sencillo y un paso lleva al otro.
3) No te castigues por procrastinar. El sentimiento de culpa es adictivo. Si te perdonas por procrastinar es más probable que no lo vuelvas a hacer.
4) Potencia los buenos hábitos que ya realizas. Fíjate qué haces con facilidad y agrégale un elemento a esa rutina que te permita avanzar con alguna tarea.
5) Conéctate con tu «yo futuro». Lograrás sentir fuerte empatía y amor contigo mismo por ahorrarte los malos momentos de dejar las cosas para el final.
6) Ten claro por qué te importa lo que vas a hacer. La motivación es clave, visualiza que harás con la recompensa de hacer el trabajo duro a tiempo.
Otros autores como David Allen, escritor del libro “Getting Things Done” señala que la regla de los 2 minutos sirve para dejar de procrastinar. Esto es así:
- Si toma menos de dos minutos, entonces hazlo ahora, total, solo te tomará dos minutos y te ahorrará muchos esfuerzo o reprimendas.
- Si inicias un nuevo hábito o tarea, debes procurar que su inicio tome menos de dos minutos. Por supuesto hay cosas qu ellevan mucho más tiempo, los seres humanos solemos estar programados para que una vez empezado algo sea más fácil de continuar haciéndolo. ¿Recuerdas eso de no ir al baño o ir a comer hasta terminar algo? Sí, así funcionamos (no aplaces tus idas al baño ni tus horarios de comida, te puede hacer daño). La idea es que no creas que no estás apto para emprender algo y solucionarlo lo más pronto posible. ¡Ya lo has hecho antes!