Si eres de las que experimentaron a temprana edad la aplicación del maquillaje en el rostro, en medio de juegos o intentos de verte como tu mamá, es posible que tengas una forma aprendida de hacerlo. Como aplicarte la base con los dedos, por ejemplo. Y esto no tiene nada de malo. Si quieres empezar a maquillarte como una profesional, aquí tenemos algunos consejos. ¡Empezaremos por enseñarte cómo aplicar la base!

Aprende a escoger las herramientas adecuadas:

• Esponja: úsala húmeda (no mojada) para que sus poros no absorban la base. Aplica la base con pequeños toquecitos en tu rostro.

• Brocha plana sintética: Tiene una punta redondeada y sus cerdas son sintéticas, por lo que no absorberán el producto. Aplica la base con trazos alargados.

• Brocha mofeta o stippling brush: Es una mezcla de cerdas sintéticas y cerdas de pelo un poco sueltas que crean un acabado más natural. Aplica la base con toquecitos y luego difumina con movimientos circulares.

Cualquiera de estas herramientas pueden ser usadas con bases líquidas o en crema. Ahora que has elegido tu arma, es hora de la operación.

Ten en cuenta que no es recomendado que tomes el producto desde el envase con la esponja o la brocha, sino que antes lo descargues sobre el dorso de tu mano y desde ahí tomes el producto con la herramienta. Debes aplicar la base con leves toques o trazos en los puntos estratégicos: nariz, frente, pómulos y barbilla. Luego esparce o difumina la base desde el centro (nariz) hacia los lados.

Existen otros pasos a seguir como la corrección de color y el highlight and contour (iluminación y contraste). Sin embargo, el orden de los pasos varía según la técnica que elijas. Aquí te mostramos algunos.

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• Muchas personas eligen primero aplicar la base en todo el rostro, luego corregir y finalmente iluminar. La idea de ello es que al hacerlo, homogenizas el color de tu rostro y así solo usas productos de corrección en los lugares donde sí se necesita. Finalmente, le das más voluptuosidad a tu rostro con la técnica de iluminación y contraste.
• Otra opción es primero corregir, luego realizar el highlight and contour y finalmente la base. La idea en este orden es que desde el inicio neutralizas cualquier mancha o irritación, luego demarcas tu rostro con la iluminación y contraste, mientras que finalmente homogenizas el color de tu rostro con la base.
• También puedes iniciar corrigiendo manchas e irritaciones, seguir con la base y finalmente definir la forma de tu rostro. La idea -muy parecido a lo anterior- es cancelar cualquier ‘error’ desde el inicio, luego crear un lienzo limpio con la base, homogenizando el color. Mientras que al final le das el volumen que requiere y defines tu rostro.

Cualquiera que sea la técnica de cómo aplicar la base que utilices hará que tu rostro se vea perfecto, solo ten en cuenta escoger un buen producto y usar la herramienta (brochas o esponjas) que te sean más fácil de manipular.